Los Reyes Magos permanecerán más tiempo en la Marina Real para que los niños que acuden al puerto a recibirlos no se queden con una sensación de decepción. Que los más pequeños vean a sus majestades de cerca y que éstos puedan extender su anillada mano es una de las reivindicaciones históricas atendidas sólo con cuentagotas. Tras el pasado año, uno de los reyes lo hizo saber a los organizadores y, de alguna forma, este año se atenderá la petición. Así, en el puerto habrá animación desde las cuatro de la tarde con el grupo Ramonets antes de la llegada por vía marítima de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Ayer se presentó el festejo con el que se cerrarán las Navidades 18-19 y el concejal de cultura festiva Pere Fuset destacó en ese sentido que «descentralizar el público también es importante. Son muchos los niños que acuden al puerto, seguro que, sobre todo, procedentes de los Poblats Marítims. Y merecen también que el festejo allí no sea acelerado». No le ha sabido mal al edil que en el puerto se disparara en Nochevieja un castillo que pudo ser contraprogramación a su fiesta en la plaza. «La ciudad es muy grande y hay sitio para todos. Nosotros tuvimos completamente llena la plaza aunque hubiese castillo y aunque otras salas también tuvieran su programación».

La Cabalgata, un «espectáculo de calle», durará «una hora y cuarto aproximadamente». Es decir, hora y media por lo menos. Y como hay otro punto neurálgico, la plaza del Ayuntamiento, aquí también habrá animación desde las seis de la tarde con Pop Corn.

Doce compañías teatrales, ocho bandas de música, cien actores, trescientos figurantes y quince escenas, incluyendo el relato bíblico (Herodes, el Ángel, la Estrella, los propios reyes...), las alegorías (la carbonería, la mensajera, el astrónomo...) y nuevos elementos que se incorporan. Este año, el «Senyor Carbó», que es quien trae el «regalo» a quienes se portaron mal, el Paje Miquel, un Ángel que «será espectacular» y la nueva carroza, diseñada por Marina Puche y materializada por la familia Guaita, que cerrará el festejo recordando a los niños que han de irse a la cama.

Piromusical para acabar

Los reyes llevarán colores corporativos: azul para Melchor, rojo para Gaspar y verde para Baltasar y aunque ellos se queden en el ayuntamiento, las carrozas deben continuar por Marqués de Sotelo.

El festejo terminará con un espectáculo piromusical en la fachada del ayuntamiento, que correrá a cargo de la Pirotecnia Peñarroja.