El alcalde de València, Joan Ribó, de Compromís, hizo ayer hincapié en las «sombras» de los Presupuestos Generales del Estado para 2019 aunque reconoció también las «luces», en concreto, la condonación de la deuda (373 millones de euros) de la Marina de València, que él mismo reclamó y la anterior alcaldesa, Rita Barberá, reclamaron al anterior gobierno y cuyo logro se ha apuntado el gobierno socialista de Ximo Puig.

Ribó aplaudió la asunción de la deuda de la Marina de València aunque sea a través de la ley de Acompañamiento y no de los Presupuestos Generales propiamente dichos. El alcalde se mostró dispuesto a negociar la salida del Gobierno del Consorcio Valencia 2007, como establece el Ejecutivo en la disposición 88 de la citada ley y «valencianizar» este organismo, siempre cuestionado por su excesiva politización y falta de agilidad en la toma de decisiones.

Ribó señaló que la salida del Gobierno del Consorcio no le parece «ni bien ni mal» que el Estado se salga de la Marina una vez se haya saldado la deuda y que supondrá «una valencianización» de este espacio,.

Una vez asumida la deuda, dijo el también presidente del Consorcio (en el que están representados Gobierno, Generalitat y Ayuntamiento) lo dado es que el Ministerio de Hacienda deje la tutela sobre este organismo, aunque según incidió el alcalde la Administración central podría seguir representada a través de Puertos del Estado (Fomento). Ribó no valoró fórmulas de gestión para la marina y aseguró que «todavía es pronto», puesto que aún debe aprobarse el presupuesto.

La Generalitat también abogó ayer por valencianizar el órgano de gestión de la Marina de València, una vez asumida por parte del Gobierno la deuda millonaria que impedía la viabilidad de la Marina. Según los estatutos del Consorcio para la salida de una de las tres Administraciones consorciadas es necesario el acuerdo de las otras dos.

Todo apunta a que ninguna de las Administraciones valencianas se opondrá por tanto a la marcha del Gobierno del órgano que gestiona y explota las instalaciones deportivas de la Copa del América, que además tiene fecha de caducidad (2048).

Fuentes del Consorcio apuntaron que las opciones de gestión son variadas y van desde la modificación de los estatutos hasta la creación de un nuevo órgano de gestión.