Después de anunciar la pronta puesta en marcha del Observatorio del Ocio y Turismo y la denominación de un comisionado que hacía las funciones de «alcalde de noche», el concejal de Comercio, Carlos Galiana, de Compromís, comunicó ayer, antes del pleno en el que se le debería dar el visto bueno, la retirada de la moción en la que proponía su creación. El motivo, según dijo, es no contar con apoyos suficientes ni de sus socios de gobierno del PSPV y de València en Comú ni de la Federación de Asociaciones de Vecinos ni de los hosteleros, que se desmarcaron de la moción al quedar descafeinado su contenido por dejar fuera la problemática del turismo y, con ello, polémicas como los apartamentos turísticos.

Galiana destacó el esfuerzo y las diversas conversaciones mantenidas con los agentes implicados para sacar adelante el observatorio, pero admitió el fiasco. «Entiendo, dijo, que se necesita más tiempo para llevar adelante estas conversaciones por parte de los otros grupos» municipales y anunció que dará «más tiempo para alcanzar un acuerdo entre todos». Galiana explicó que seguirá defendiendo la creación del observatorio del ocio y el turismo (si no puede aprobarlo en esta legislatura, lo incluirá como compromiso electoral) tal como demandan los vecinos y los hosteleros.

Galiana tendrá que buscar ahora el apoyo del PSPV, que tiene las competencias en materia de turismo y que ha bloqueado el observatorio argumentando que ya existe un consell municipal de Turismo. La portavoz de València en Comú, María Oliver, también pidió ayer más tiempo para analizar la creación del Observatorio del Ocio y apuntó que la medida le parecía precipitada.

Los vecinos del Carme, por su parte, que habían pedido intervenir en el pleno en el punto del observatorio del ocio, criticaron la negativa del alcalde a darles voz tras retirarse la moción. También lamentaron que esta propuesta haya sido aplazada por falta de consenso, un problema que atribuye «más a los personalismos que a la diferencia de criterio sobre el proyecto». Para el portavoz de la entidad, Toni Cassola, se trata de un asunto vital para hacer «una ciudad apacible además de acogedora», por lo que anunció que volverán al próximo pleno con una nueva moción.

Por su parte, el colectivo Convivir Russafa ha expresado su malestar y rechazo a la decisión municipal de aplazar el Observatorio del Ocio y el Turismo. La plataforma, integrada por vecinos, comerciantes y hosteleros, asegura que con la retirada de esta moción se ven frustradas las expectativas de abordar con ideas creativas el debate sobre la ordenación del ocio nocturno y de la actividad turística la ciudad de Valencia.

Con todo ello, Convivir Russafa muestra su oposición a la actitud demostrada por las diferentes asociaciones vecinales, que pretenden torpedear la puesta en marcha de un plan novedoso de lucha contra la contaminación acústica. «València necesita superar el modelo de las ZAS y del ataque continuado al sector de la hostelería, ya que no resuelven la problemática del ruido, al no acabar con uno de los principales problemas como es el del botellón y con los recursos adecuados».

Convivir Russafa reitera su apuesta por un clima de diálogo, en el que, insiste, es necesario contar con todas las partes para desbloquear un proceso histórico, que no ha dado resultados en València y que con el Alcalde de la Noche debería empezar a funcionar.

Carlos Galiana se alineó con la Federación de Vecinos, que opina que el ocio no puede desgajarse del turismo, y defendió «la participación social y el asesoramiento experto y profesional en las actividades relacionadas con el ocio y el turismo como mejor opción para resolver los problemas».