Hace tres años, José Luis Ceballos y Paco Sanabria porfiaron por conseguir hacer la falla infantil. Hicieron para ello una campaña que era «a por la 10», para marcar el hito de plantar diez años seguidos. El jurado encomendó el encargo, finalmente, a Anna Ruiz y Giovanni Nardin, quienes fueron fieles a sus principios y plantaron lo que saben hacer; muy estudiado y muy profundo, pero muy poco convencional. Lo que les valió la esperada lluvia de críticas, incluyendo el de muchos que, a lo largo de los nueve años anteriores, ni siquiera habían «rodado» las fallas de Ceballos y Sanabria. Pero esa ruptura se convirtió en arma arrojadiza y, por qué no, con su deje político. Ahora, los dos artistas regresan a su feudo particular y en marzo plantarán «Saps qui sóc?», un proyecto en el que se anuncia un punto de reinvención de un estilo muy característico y que siempre gusta. Porque Ceballos y Sanabria tienen eso precisamente, ángel. Todo lo que hacen, sea en falla o en papel, gusta. Y ahora prometen un proyecto didáctico, con mensaje social.

Siguiendo la costumbre de la legislatura, el proyecto lo eligió un jurado con 3-2 para entidades falleras: José Luis Moreno Maicas, a petición del Gremio de Artistas Falleros de València; Noelia Ampar Ynat y López, de la Federación de Fallas con Especial Ingenio y Gracia; Ada Díez, de la Asociación de Profesionales de la Ilustración Valenciana (APIV); Patricia Guillén, de la Federación de Fallas de Primera A, y Josep Arbiol, de la Mostra Internacional de Cinema Educatiu (MICE). Ahora se desarrollará el boceto. Según aseguraba Ada Díez, «es imprescindible que se trate la perspectiva de género y que la visibilidad de las mujeres sea patente y la falla elegida trabaja esta temática y puede ayudar a que muchos jóvenes y personas adultas conozcan mucho más de lo que se nos ha mostrado hasta ahora». Y Noelia Ynat desveló que «ofrece la posibilidad de aprender a mayores y niños y niñas».