Tres mil euros, un revólver y, sobre todo, un vivero de plantas de marihuana, con cientos de ejemplares incautados, es el resultado de una operación antidroga llevada a cabo por la Policía Local en las Casitas Rosas y el Cabanyal.
Los grupos especiales entraron en un inmueble en estado de abandono que se había convertido en un verdadero laboratorio en el que no sólo se cultivaban las plantas, sino que también se trataban.
Había estancias con todo tipo de estados de crecimiento: desde las que aún no había germinado hasta las que ya estaban preparadas para su transformación, todas ellas con su sistema de ventilación y control de temperaturas, pero que ahora serán destruidas.