Acabó la Batalla de Flores y acabó la Gran Fira. La parte fundamental de la misma. A partir de ahora quedan muchos meses para pensarse si en 2020 este particular colofón se celebra demasiado pronto (el domingo 26 de julio) o demasiado tarde (el 2 de agosto). Le pasa como a la combinación de fechas de Fallas: son malas por delante y por detrás. Ayer, el campeonato del mundo de lanzamiento de clavellones transcurrió como siempre: con la gente pasándoselo en grande haciendo el gamberro. Una diversión para desinhibirse que no le hace daño a nadie, más alla de las arcas municipales, que ya ha quedado dicho que la batallita en cuestión cuesta un ojo de la cara. Pero su mezcla de colores, sabores y olores fueron lo que trasladaron a sus espectaculares cámaras de cine el equipo de National Geographic que, efectivamente, se dejó caer por el recorrido para plasmarla para la posteridad. Una de las mayores publicidades gratuitas que encontrará la Fira a lo largo de su siglo y cuarto de historia.

La Batalla tiene su particular concurso. Y el premio grande se lo llevó Marina Puche y el taller de Guaita con un descomunal caballo (aquí no hay limitaciones de altura) que llevaba a la corte infantil abajo y a Sara Larrazábal arriba (para subirla hubo que emplear una grúa con cesta). Por delante del «orgullo de ciudad» de Jordi Palanca, que llevó a Marina Civera y la corte mayor hasta, cuando la fiesta estaba llegando a su tramo final, el eje trasero se hizo migas y quedó parada en la cuneta, dejando a las falleras varadas en la cuneta.

Algunos detalles destacaba el edil Pere Fuset, como «la presencia de carrozas mixtas, también con hombres, como la de la Federación de Moros y Cristianos, y algunas agrupaciones de fallas, que han llevado a sus presidentes infantiles».

La Batalla es un escenario de foto fácil. Queda campechano que los políticos de turno saquen su lado divertido y se les vea lanzarse clavellones, a mano o a cubo, como si se les fuera la vida en ello. Así ha sido y así será siempre. Este año regresó el alcalde, Joan Ribó, que hacía cuatro años que no se dejaba ver.

La Fira como tal ha echado el cierre, pero la actividad no termina. Ahora llegan fiestas patronales. El día 1 finalizan en Massarrojos, pero el fin de semana vuelve a haber día grande, en concreto el domingo, con la procesión del Palmar. Los pabellones del Palau dejaron de recibir desfiles de falleras y el sur se transforma en cine de verano. La Filmoteca d'Estiu empieza los días 2, 3 y 4 con «La Vida de Brian». Y La Fira, a golpe de clavellón es una forma de verle el lado bueno a la vida.