Los vecinos de la calle José Soto Micó denuncian la ilegalidad de un asador de carne situado en un descampado de la misma vía.

Según los vecinos, el negocio se dedica a cocinar y servir carne sin ningún tipo de control sanitario o de seguridad, al situarse en un terreno prácticamente abandonado en el que ni siquiera hay servicios de refrigeración donde mantener la carne que se sirve.

Además, los residentes explican que temen la posibilidad de incendio a causa del fuego que se usa para cocinar, y por las plagas de ratas e insectos que aseguran han traido los desechos producidos por esta actividad, además de la molestia por ruidos que causan regularmente a altas horas de la noche.

Por otro lado, aseguran que han sufrido agresiones y acoso por parte de estas personas en varias ocasiones. En la mañana de ayer las puertas de varios vecinos aparecieron atrancadas con palos y grandes cantidades de pegamento, lo que impedía poder salir o entrar a los alojamientos y les obligó a recurrir a los servicios de los bomberos y la policía. Este incidente llevó a que los vecinos interpusieran una nueva denuncia que, junto a una demanda de desahucio, marca ya la cuarta acción contra el supuesto comercio ilegal que continúa activo.

El asador se sitúa en una propiedad privada que, según explican fuentes vecinales, no les pertenece y de la que han hecho su vivienda habitual.