La Ordenanza de residuos y limpieza de la ciudad de València obliga a los bares y restaurantes a reciclar el vidrio, pero no todos los locales la cumplen. El regidor de Ecología Urbana, Sergi Campillo, presentó ayer una campaña de reciclaje de vidrio dirigida a hoteles, restaurantes y cafeterías (Horeca), con la colaboración de Ecovidrio. Se espera que la iniciativa llegue a un total de 2.000 establecimientos.

La finalidad de la campaña Horeca Ciudad es recordar a los locales que están obligados a reciclar, ya que el incumplimiento de la Ordenanza podría suponer multas de 650 euros. Además, el consistorio facilitará los recursos para que reciclen. «Unos informadores y educadores ambientales irán a los establecimientos, pero no solo vamos a informarles de la obligatoriedad del reciclaje, sino que les vamos a dar las herramientas para poder hacerlo», destacó el regidor.

En el inicio de la campaña, el concejal de Ecología Urbana se pondrá en contacto con los responsables de los bares y restaurantes mediante una carta.

Después de una primera visita informativa, los locales que lo deseen podrán solicitar unos cubos específicos para recoger el vidrio que generan y trasladarlos a los contenedores de diferentes puntos de la ciudad.

En la segunda fase, se realizará una segunda entrevista para comprobar el nivel de reciclaje y atender posibles dudas de los responsables de los establecimientos. Y, por último, se acudirá a los locales que no cumplan los artículos 77 y 78 de la Ordenanza de reciclaje para avisar de las consecuencias de la infracción, mediante una carta firmada por Campillo.

El concejal de Ecología Urbana incide en que es imprescindible «hacer campañas específicas para promocionar el reciclaje en este sector» ya que genera más del 50% del vidrio total que se consume en la ciudad. Asimismo, el consistorio ha indicado que en 2018 se consumió un total de 15,8 kilogramos de vidrio por persona. Por su parte, el director de Ecovidrio en València, Roberto Fuentes, ha ratificado que un envase de vidrio «se puede reciclar infinitas veces» y así se «evita la extracción de materias primas», hay un menor consumo energético y además se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero; todo esto «cumple los requisitos fundamentales de la economía circular».

El concejal también recordó que el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha distintas iniciativas, como la recogida puerta a puerta en Ciutat Vella o en el barrio de Ruzafa, este último durante la semana fallera; unas campañas que, según Campillo, han aumentado las cifras de reciclaje en la ciudad.