El Sindicato de Policías y Bomberos se manifestó ayer en la Plaza del Ayuntamiento «para exigir un aumento de la plantilla de bomberos y unas instalaciones decentes» para desarrollar su tarea en la ciudad de València.

Aunque trabajar en servicios mínimos debería ser una situación excepcional, «el cuerpo de bomberos de la capital lo hace el 90% de las jornadas de trabajo». El delegado de bomberos del sindicato, Carlos Conde, advierte de que, con estas condiciones, «no podemos garantizar la seguridad de la ciudadanía en caso de que se produzcan siniestros». Por eso, han salido a la calle y piden al consistorio que actúe para paliar las consecuencias.

La Concejalía de Protección Ciudadana, encabezada por Aarón Cano, ha ido reduciendo el número de operarios en los últimos quince años hasta llegar a una situación que Conde califica de «peligrosa». La escasez de plantilla provoca que el tiempo de respuesta ante un siniestro sea mayor y, por tanto, los efectos de este mayores. Para el Sindicato de Policías y Bomberos, mayoritario en el cuerpo de València, el ayuntamiento «comete una irresponsabilidad» ya que se pretende dar un servicio básico con una plantilla cada vez menor y más envejecida, hecho que afecta a la seguridad de los habitantes de València. Según Conde, «València se ha convertido en la ciudad más insegura en este sentido, situación agravada por el aumento de la población». Además, «se han cerrado tres de los seis parques de bomberos de la ciudad». Según el consistorio, «los edificios están en obras, pero el sindicato alega que la razón real es la falta de personal». El delegado denuncia que esto repercute en la eficacia del servicio, ya que tardan más en acudir a barrios alejados de las estaciones que quedan.

El Sindicato de Policías y Bomberos ha solicitado sin éxito reunirse con el concejal de Protección Ciudadana. «Se ha reunido con el resto de sindicatos, excepto el nuestro. Obviar a un sindicato mayoritario es una irresponsabilidad por parte de las autoridades», denuncia Conde.

Aunque, según el delegado, l»a pérdida de derechos laborales no es su prioridad en las reivindicaciones, se trata de una consecuencia derivada de la situación actual». En condiciones normales, los bomberos acuden a cursos de formación para mejorar su trabajo en horas laborales. Pero, ahora, como los pocos operarios que hay deben cubrir los servicios mínimos, realizan los cursos en sus horas libres.