El ayuntamiento de València dio ayer un nuevo paso de cara a dotar de una nueva vida a las infraestructuras que en su día se usaron para la Copa del América y para la Fórmula 1. En este sentido, la Junta de Gobierno Local aprobó ayer la rehabilitación de los tinglados número 4 y 5 del Puerto, es decir, los que albergaron la zona de boxes de la citada competición automovilística y que, tras ello, cayeron en un estado de desuso y degradación.

Según informaba la portavoz municipal y vicealcaldesa, Sandra Gómez, el presupuesto destinado a esta inversión será de 2,2 millones de euros: «Ello constituye una iniciativa y una acción política muy importante de cara a la rehabilitación de este espacio emblemático de nuestra ciudad y nuestra fachada marítima, como es el entorno del Puerto, la Dársena y la Marina», señalaba Gómez.

Ella agregaba que «son espacios que en el futuro queremos dedicar a acciones de carácter cultural, de innovación, y de economía y empresa, y que ayudarán a consolidar la Marina como una referencia en la innovación y las políticas económicas del futuro», auguraba. Por lo que estos edificios tendrán un uso que irá en la línea de otros ya en funcionamiento en esta zona del Grau como Lanzadera o Edem.

Edificio para Pla Cabanyal

En esta misma línea, Gómez informaba que la JGL aprobó ayer también la licitación de las obras de rehabilitación del inmueble situado en el número 53 de la calle Barracas, en el Cabanyal, que será habilitado como nueva sede de las oficinas de Pla Cabanyal, con un presupuesto de 637.000 euros con cargo a Fondos Edusi. Gómez ponía en valor que «al revés de lo que dice la oposición, estamos ejecutando los fondos Edusi y con esta actuación lograremos que la oficina de Plan Cabanyal deje de estar en un espacio arrendado y se consolide como un punto de atención y de proximidad».

Acceso a la vivienda

Por otra parte, el portavoz municipal y vicealcalde, Sergi Campillo, anunció la aprobación de la adjudicación de tres contratos de arrendamiento de viviendas municipales, en el marco de los programas de acceso a la vivienda de familias y personas con especiales dificultades. «Éste es un gobierno de las personas, y garantizar el acceso a la vivienda es una prioridad», aseguraba. Las viviendas se han rehabilitado para su uso y se han destinado a familias procedentes del censo de vivienda precaria y colectivos emergentes.