El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, trató ayer de poner calma en lo referente a la construcción del nuevo Mestalla y la urbanización del gran solar que dejará el viejo cuando sea derruido. Según dijo, por parte de la Generalitat Valenciana hay «voluntad de ayudar» al Valencia CF, no poniendo recursos, «que no se va a hacer en ningún caso», pero sí «se puede hablar» de prorrogar la Actuación Territorial Estratégica (ATE) «siempre que haya compromisos reales y una cronología creíble». Recientemente, la dirección del Valencia CF, encabezada por su presidente, Anil Murthy, se reunión en el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y este le trasladó su deseo de no prorrogar la ATE y pactar nuevas fechas, eso sí, para el nuevo estadio, que debía estar terminado este año.

Las nuevas fechas son acabar el nuevo proyecto del campo y pedir la licencia de obras a lo largo de este año y el que viene, y tener acabadas las obras antes de 2025, todo ello sin necesidad de prorrogar la ATE, que supone demorar todo el programa, que incluye no solo el nuevo estadio, sino también la urbanización del viejo estadio. Se mantenía, por tanto, el corsé al que tiene que ajustarse el club en un momento no precisamente cómodo desde el punto de vista deportivo y económico. Así pues, ayer el presidente de la Generalitat, en unas declaraciones a À Punt, trato de equilibrar la balanza y buscar consensos. Esta es una cuestión, dijo, que se va a abordar con el Ayuntamiento de València siempre «pensando en el interés general». «Nosotros queremos que se acabe el estadio, el Valencia CF es una referencia para toda la Comunitat, mueve muchas pasiones, mucha actividad económica y social, también sentimientos», por lo que no se quiere buscar la confrontación. «Hay una cuestión de intangibles, de sentimientos y emociones, y también la cuestión urbanística: en un momento dado las instituciones valencianas ayudaron mucho al Valencia CF para esta operación de reflotamiento y lo que ha pasado hasta ahora es que no ha cumplido y eso no puede pasar sin más», advirtió. No obstante, Puig incidió en que no quiere «en absoluto que haya ningún tipo de confrontación ni buscar soluciones drásticas». Más bien cree que el diálogo «tiene que tener un contrapeso claro en soluciones concretas, una cronología concreta de la capacidad de hacer el campo posible y también las actuaciones que se harán en el Mestalla».

«Es lo que se está debatiendo ahora, esperamos desde el diálogo encontrar una solución», concluyó el presidente de la Generalitat. Con estas palabras, Ximo Puig da oxígeno al club e invita a una nueva negociación entre el Ayuntamiento de València y el primer equipo de fútbol de la ciudad. Y lo hace con dos premisas ineludibles. La primera es la flexibilidad en cuanto a la Actuación Territorial Estratégica (ATE) y la segunda en cuanto a los plazos. Resumiendo, el president deja abierta la posibilidad de una prórroga a cambio de que se fijen unas fechas claras para las obras y se cumplan.