La Concejalía de Movilidad, dirigida por Giuseppe Grezzi, abrió ayer un tramo del nuevo carril bici de la Gran Vía Fernando el Católico, una nueva modalidad en la que las bicicletas y los patinetes transitan por una banda roja dentro del carril bus, lo que ha vuelto a generar un intenso debate sobre su peligrosidad, según han denunciado el Comité de Empresa de la EMT y la Federación de Asociaciones Vecinales.

El primer tramo que se ha abierto discurre por la Gran Vía Fernando el Católico entre la calle Doctor Peset Cervera y la avenida Pio XII, y el resto hasta completar los 1.700 metros que van desde Pio XII a la Plaza de España se abrirá gradualmente en los próximos días.

El nuevo formato, el primero en la ciudad, consiste en ampliar ligeramente la anchura del carril bus y meter junto a la acera una banda de un único sentido por la que transitan bicicletas y patinetes sin segregación alguna. Los buses y los taxis pueden invadir esa banda para acercarse a la acera para dejar pasajeros, una cuestión que junto con la complicada separación en los adelantamientos preocupa a los usuarios.

El presidente del Comité de Empresa de EMT, Gabriel de las Muelas, declaró ayer que el nuevo carril ciclable, como se denomina, «supone un riesgo» de posible accidente para todos los usuarios del mismo. «Lo ideal -indicó a Levante-EMV- es que fuera segregado». Es decir, que hubiera una separación física, una barrera, entre el carril-bus y el de bicis y patinetes.

El portavoz de los conductores recordó que «para nosotros es un problema porque llevamos un vehículo pesado de 12 metros» y al compartir la planta viaria con los otros medios de transporte citados, «tenemos que extremar las precauciones». Además, «al coincidir con patinetes y bicis, para los autobuses es muy difícil circular a velocidad comercial, pues no tenemos espacio físico para poder adelantar al ciclo», añadió De las Muelas.

En ese sentido, ayer mismo los delegados de Prevención de Riesgos Laborales de la EMT realizaron una inspección en el carril bici «para determinar si puede darse algún incidente en el quehacer diario» de los conductores, subrayó el presidente del Comité de Empresa. Cuando hay una modificación de las vías públicas por donde transitan estos vehículos pesados, «es pertinente una evaluación positiva por ley» para garantizar «la calidad del nuevo servicio que se tiene que prestar», dijo.

Por su parte, la presidenta de la Federación de la Asociaciones Vecinales, María José Broseta, señaló que desde esta entidad «vemos una situación potencialmente peligrosa» para la circulación. «En otros puntos de la ciudad -añadió- ya vemos que priorizar el autobús, externamente a un carril bus, supone más posibilidades de que haya atropellos».

«El peligro son los infractores»

Desde la Concejalía de Movilidad Sostenible, en cualquier caso, contestaron que ahora mismo «no consta ninguna queja» sobre el nuevo eje ciclable, pero «como en el resto de la ciudad, el único peligro lo generan los infractores, aunque estamos seguros que se protegerá a los usuarios del nuevo carril». «Tanto a los viajeros -matizan- de bus y taxi como a las personas en bici y vehículos de movilidad sostenible». Por último, estas fuentes remarcan que es evidente que hasta la fecha «tenían que convivir autobuses y bicis en esas vías igual que continuarán haciéndolo ahora».