Una vez inauguradas las luces de Navidad quedó claro que se quedaban cortas respecto a años anteriores, a pesar de que el presupuesto previsto era el mismo. Por ello, ya en ese momento el ayuntamiento reconoció que se iba a buscar la fórmula legal para mejorar la imagen general de la ciudad. El resultado es una modificación del contrato, de tal manera que se incorporan 54 nuevos arcos. Nada de lo contratado irá a la plaza del Ayuntamiento, sino a diferentes calles de Ciutat Vella y l’Eixample. En concreto, a las calles Hernán Cortés (10 arcos), Félix Pizcueta (10), Pizarro (6), Trench (5), Ercilla (4), San Vicente (4) Avenida del Oeste (3) y Derechos (3), así como nueve que instalaba la asociación de comerciantes del centro y que este año no ha podido afrontar. Se invertirán para ello casi 23.000 euros, Iva incluido.

El consistorio justificó ayer esta rectificación sobre la marcha recordando el argumento esgrimido el día de la inauguración: que el apoyo económico al comercio se ha multiplicado por diez desde su llegada al gobierno de la ciudad y que la iluminación de Navidad se ha triplicado respecto a la inversión del PP (partido que muestra una postura más crítica). El «bonus» se suma a los árboles de los barrios, carteles en los pueblos y la iluminación de la plaza.