«La Plaza. Reflexiones en torno al pasado, presente y futuro de la plaza del Ayuntamiento de València» es el título de la publicación coral editada por la Fundación Goerlich con la voluntad, en palabras de uno de sus autores, de «remover piedras, maceteros y conciencias sobre la sorpresiva peatonalización blanda de la plaza mayor del cap i casal». Una publicación presentada el pasado jueves en el Ateneo Mercantil de València que recoge más de un centenar de reflexiones de arquitectos, urbanistas, economistas, historiadoras, periodistas, políticos y representantes de la sociedad civil sobre la enésima remodelación de la emblemática plaza que impulsa el actual gobierno del Rialto. Una remodelación que ha estado precedida de una intervención de urbanismo táctico, a base de mobiliario provisional y pintura, que ha convertido en peatonal este espacio urbano fruto del derribo en 1891 del convento de San Francisco.

La plaza del Ayuntamiento, a examen | AFG

La Fundación Goerlich, creada por los descendientes del que fue arquitecto de la ciudad Javier Goerlich para proteger y difundir su legado, impulsa esta oportuna publicación sobre la gran plaza de la capital. Junto con Francisco Mora, Borso di Carminati o Joaquín Rieta, Javier Goerlich fue uno de los arquitectos de la actual plaza del ayuntamiento, donde conviven edificios de gran valor patrimonial y variedad de estilos (racionalista, ecléctico o modernista). De Goerlich es quizás el diseño más recordado de la plaza, la famosa tortada, sobre la que opinan también los expertos que participan en la publicación editada por la Fundación Goerlich.

La plaza del Ayuntamiento, a examen | TONO GIMÉNEZ

El libro recoge la valoración de la hija de Francisco Mora, autor junto con Carlos Carbonell del edificio del ayuntamiento construido a partir de la antigua Casa de la Enseñanza, que en el libro destaca su «estupor» ante la utilización de elementos urbanos de «gusto muy dudoso y alejados de los apropiado para resaltar el conjunto arquitectónico que les rodea». «La plaza se ha convertido en una explanada sin diseño alguno», afirma Victoria Mora.

La plaza del Ayuntamiento, a examen

La publicación da espacio al principal responsable de la remodelación «táctica» con maceteros y pintura de la plaza, el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, quien asegura que la plaza del Ayuntamiento «forma parte del paisaje emocional» de los valencianos y valencianas y ahora, después de muchos años de imperio del coche, «la plaza es un espacio digno de su nombre, que proyecta València en el futuro».

La concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, por su parte defiende la reforma de la plaza que impulsa mediante un concurso de ideas el gobierno del Rialto, formado por una coalición de Compromís y PSPV, como «un cambio de paradigma» para recuperar el espacio robado por el coche para el peatón.

El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, Salvador Navarro, defiende una plaza funcional no un espacio para los edificios públicos y los actos institucionales.

La directora de Levante-EMV, Lydia del Canto aboga en la publicación por imaginar la plaza de 2085 más allá de las modas actuales y pensar en la plaza que necesitará la sociedad futura que surja de la pandemia y una sociedad «hiperconectada». Mientras, el periodista Julio Monreal destaca que desde el derribo de la tortada en 1961 «ninguna intervención ha estado a la altura de la centralidad que este espacio singular está llamado a ejercer en el conjunto urbano». «Peatonalización, reforestación, redefinición de su uso fallero y revalorización de sus edificios, con rectificación de la fachada sesentera de la calle de las Barcas, darían a la plaza una nueva vida para cien años. Asfaltarla de rojo, como ha decidido el ayuntamiento, solo cubrirá de color sus actuales y múltiples defectos», afirma Monreal.

Entre quienes evocan la plaza de Goerlich en un cuestionable alarde de modernidad, está el primer alcalde de la democracia, el socialista Ricard Pérez Casado, que aboga por recuperar el uso cívico de la plaza de Goerlich, con una explanada central sobreelevada que albergaba un mercado de flores y permitía tomar el sol en invierno y encontrarse los ciudadanos.

Por contra el decano de los arquitectos valencianos y miembro de la Academia de Bellas Artes de San Carlos, Francisco Taberner, asegura que «nunca me gustó la tortada de Goerlich», que define junto con la fachada del ayuntamiento como un «ostentoso y desafortunado conjunto» y cuyas «excelentes cualidades urbanas», sin embargo, aprecia. Destaca Taberner la modernidad de la plaza de Goerlich con la plataforma sobreelevada a salvo del tránsito rodado, los puestos de flores que dignificaron el espacio y los mingitorios soterrados como alarde de urbanidad de aquel diseño.

El arquitecto Miguel del Rey reflexiona sobre la triangularidad de la plaza, una forma complicada, y propone la fragmentación como alternativa. En la misma línea el urbanista Alejandro Escribano aboga por dividir los usos de la plaza, potenciando en el triángulo norte, en ausencia de edificios institucionales, los usos de ocio, restauración y esparcimientos. Escribano aboga por una remodelación sin estridencias, humilde, que quite en todo caso el «exceso de asfalto», incluya arbolado y recupere un elemento escultórico (sugiere trasladar alli la escultura del marqués de Campo, obra de Benlliure)

El arquitecto Luis López Siglo reflexiona sobre los concursos de ideas como el promovido también por el consistorio en 1998 que nunca llegó a ejecutarse y que premió un diseño «duro» consistente en una explanada pétrea que generó un fuerte rechazo, hasta el punto de que la reforma de la plaza quedó aparcada

La historiadora del arte Esther Alba destaca el papel social de las plazas y aboga por una remodelación que convierta a la plaza del Ayuntamiento en icono de un nuevo distrito cultural.

La arquitecta italiana Anna Forlai advierte del riesgo de que la peatonalización blanda como ha ocurrido con otras intervenciones temporales permanezca durante años y recuerda la oportunidad perdida que ello supondrá cuando València sea en 2022 capital del diseño .