El cambio de los parámetros en el PAI de Benimaclet sin merma de edificabilidad no es a priori visto con malos ojos por Metrovacesa, propietaria de más de la mitad del suelo. El giro hacia un desarrollo con más usos terciarios, al menos un 20% del suelo, obligaría a la promotora a reorientar su estrategia de desarrollo y comercialización. Metrovacesa, que tiene en marcha otras actuaciones urbanísticas de carácter eminentemente terciario como la de los terrenos de la antigua fábrica Clesa, en Madrid, estudia la alternativa que presentó este lunes Sandra Gómez, de la cual estaban al corriente, aunque sin conocer los detalles. «Nos llamaron para informarnos de que habían llegado a un acuerdo», apuntaron fuentes de Metrovacesa, que ahora analiza la documentación para «tomar decisiones».

Tras más de dos años de tramitación, la empresa desconfía. Y es que la Concejalía de Desarrollo Urbano mantuvo hasta julio pasado que la documentación que presentaba Metrovacesa para convertirse en agente urbanizador era correcta y «suficiente para iniciar el trámite de evaluación ambiental» Sin embargo, tras el rechazo del alcalde a la propuesta, todo dio un giro hasta llegar a la resolución de esta semana que declara la no admisión a trámite de la propuesta.

La resolución de inadmisión a trámite de la propuesta para el PAI de Benimaclet, con la que Urbanismo da carpetazo al plan de Metrovacesa, blindaría al ayuntamiento frente a posibles reclamaciones judiciales e indemnizaciones por parte de la promotora, que en julio, tras el rechazo público del alcalde a su proyecto reclamaron una respuesta formal y argumentada a su propuesta.