El transporte público, y en particular los autobuses de la EMT, son un lugar habitual de olvidos. Según indican fuentes de la compañía municipal, en invierno los objetos encontrados más habituales son paraguas, chaquetas y bufandas, mientras que en verano destacan las toallas y esterillas de playa. Todos los artículos que se recuperan son remitidos a la Oficina de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de València.

Un jamón y más regalos

Como objetos peculiares, subrayan los responsables de la EMT «hemos recuperado muletas, exámenes, mochilas, carros de bebé, un televisor grande, un jamón, lotería, datos clínicos, ordenadores portátiles, un monociclo, libros, audífonos y regalos navideños», añaden.

Asimismo, «hay situaciones en las cuales la recuperación del objeto ha sido especial y nos gratifica haber ayudado a las personas usuarias, como es el caso de unos zapatos de novia que pudimos entregar a tiempo, una serie de participaciones de lotería valoradas en 1500 euros o un ordenador con el trabajo de final de una tesis». También se han recuperado «objetos de gran valor sentimental, como fotografías en carteras o monedas antiguas».

En otros casos, «hemos tenido que contactar con otras entidades para saber cómo tratar el objeto llegado, como la traca para una celebración, que no fue recogida y por su naturaleza, hizo falta sumergir en un cubo de agua antes de proceder a su destrucción».