València presenta medio centenar de sedes para los Gay Games 2026

El comité evaluador llega hoy para conocer la propuesta del evento deportivo, que reunirá a más de diez mil atletas y cien mil visitantes

Moisés Domínguez

València | 13·08·21 | 04:00 | Actualizado a las 10:45

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Imagen de archivo de una competición deportiva en La Marina de València.

Con el pebetero de Tokio recién apagado, la ciudad de València afronta una versión diferente, pero con sensaciones parecidas, al movimiento olímpico. Hoy está prevista la llegada de los responsables de la Federation Gay Games para estudiar la candidatura del «cap i casal» para albergar esta manifestación deportiva en el año 2026. Para cuando llegue el comité evaluador, la candidatura ya tiene preparado la propuesta de deportes y medio centenar instalaciones y espacios culturales en las que se celebrarían. Y son uno de los ejes sobre el que girará la visita.

Los Gay Games es un evento inclusivo en el que los deportistas no compiten por comités nacionales, sino de forma individual o por clubes. Como los Juegos Olímpicos, se celebra cada cuatro años y, tras la cita de Hong Kong de 2022, València compite por albergar la edición de 2026. Superó la primera criba y la dirimirá a primeros de noviembre con Munich (los evaluadores vienen precisamente de la ciudad alemana) y Guadalajara (México). Las instituciones apoyan unánimemente un evento que tiene su vertiente social, deportiva y económica, todas ellas interrelacionadas. Fomenta la imagen de València como ciudad tolerante y hospitalaria; da uso a instalaciones deportivas y fomenta el turismo LBGTQ que, además, es «gastoso» y que genera comunidad. Aunque hay que recordar que es una competición abierta a todo tipo de orientación, incluyendo la heterosexualidad. Se prevé una presencia de más de diez mil deportistas y cien mil visitantes, con el impacto que esto supondría.

La propuesta deportiva incluye una larga serie de deportes propios del programa olímpico. Atletismo, Baloncesto, Badminton, Vela, Fútbol, Ciclismo, Hockey Hierba o Natación, entre otros.

También hay disciplinas federadas que no forman parte del programa olímpico, como el Baile Deportivo, Powelifting, Kayak Polo, Culturismo o Bolos. Y por último hay una serie de deportes o manifestaciones peculiares, como el de Animadores, Colpbol, E-Sports y el, seguramente, más curioso: el Quiddich, la versión terrenal del juego de los magos de Harry Potter. Como elemento autóctono (las ciudades anfitrionas pueden incluir algún deporte de su zona de influencia) está la pilota valenciana, que se celebraría bajo la modalidad de «raspall».

Esta candidatura es lo más cerca que se puede estar de un sueño olímpico valenciano. El «cap i casal» no dispone de instalaciones para unos Juegos: el estadio está a medio acabar; el gran pabellón (el Casal España Arena de València), en construcción y no hay piscina de gran tamaño, que son los tres grandes formatos.

Del Jardín del Turia a la Marina

Pero la propuesta para los Gay Games sí que juega con utilizar las instalaciones existentes, más que suficientes para las exigencias de este evento (aparte de las que pudieran sumarse en un futuro, como el propio Casal, el pabellón de Nou Moles o el nuevo de San Isidro). Generando un recorrido que discurre por el Jardín del Turia hasta alcanzar la costa. En ese eje se concentra una importante cantidad de deportes. Tanto en el interior del río (los campos de fútbol, atletismo, beisbol, rugby) como en instalaciones cercanas, como la Petxina.

También es importante, como remate, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, escenario del inicio y final de la prueba en ruta del ciclismo. Después se salta a la fachada marítima. Tanto en La Marina como en la playa se celebrarán numerosas disciplinas, tanto las previsibles (deportes náuticos y voley playa) como alguna añadida, como el tenis de mesa, para el que se habilitaría al Tinglado Número 2.

En los «CAR» valencianos

València dispone de centros especializados, los particulares «CAR» de la ciudad, en diferentes modalidades y eso se refleja en la propuesta. Por ejemplo, la esgrima, que se celebraría en el pabellón de Benimaclet, el mismo lugar donde entrena la selección española. El powerlifting tendría lugar en La Creu del Grao, el santuario de su prima hermana, la halterofilia y el hockey hierba no puede ir a otro sitio que a Beteró, una de las mejores instalaciones de Europa, que en el ciclo de Tokio albergó un preolímpico.

L’Alquería, importante

El baloncesto está programado en l'Alquería del Basket, un espacio donde se darán cita tambien los concursos de animadoras y animadores y el baile deportivo. La Fonteta, por contra, se convertiría en un gran tatami para los deportes de contacto.

También hay subsedes. Por ejemplo, el Fun on Ice para el patinaje sobre Hielo o el Club Español de Tenis de Rocafort. El golf se lo reparten dos grandes campos: el del Saler, que ha acogido pruebas del European Tour, y El Bosque. Ahora, sin embargo, depende de la capacidad de persuasión de las autoridades y del dossier.