La campaña policial para controlar los patinetes que circulan por València, que se realizó desde el 22 de noviembre al 3 de diciembre, ha dejado una media de más de 100 denuncias diarias sobre los 13 días en que se efectuó este plan de choque. En total, la Policía Local ha impuesto 1.131 sanciones sobre un total de 5.780 vehículos de movilidad personal controlados e inspeccionados. Según los datos facilitados por el concejal de Protección Ciudadana Aarón Cano, más del 30% de estas denuncias han sido por conducir el patinete con cascos auriculares o hablando con el teléfono móvil (400 sanciones en total). El segundo tramo de infracciones más recurrente es el de los conductores de patinetes que circulan por encima de las aceras, 251 sanciones; y el tercero, quienes van sin casco, 141 multas. En cuanto a otras actuaciones más contundentes, los agentes impusieron la máxima sanción económica, 1.000 euros, a 3 personas que se negaron a hacerse el test anti-alcohol y anti-drogas. Por ende, se ha sancionado a 7 conductores por haberse drogado o haber consumido alcohol en exceso y conducir el patinete.

La multa mínima, ha explicado el concejal que se impone a los usuarios de los VMP, es de 60 euros, por utilizar aquellos modelos que no incorporan timbres. La máxima es de 1.000 euros por no someterse a los tests y la media de las sanciones es de 200 a 300 euros. "Con todas estas actuaciones -ha remarcado Aarón Cano- lo que hemos pretendido es demostrar a los usuarios de los patinetes que no están en tierra de nadie ni en una indefinición legal, y el principal objetivo, es apostar por la seguridad dentro de la movilidad sostenible, ya que pretendemos proteger al peatón y también al conductor del patinete".