Asunto cerrado. La Generalitat formalizará esta semana la compra del edificio de Correos en València con el fin de destinar el inmueble a un uso cultural. La operación se ha cerrado por un precio de 22 millones de euros, según fuentes del Consell, y tendrá su sello formal con la presencia en València del presidente de la empresa estatal, Juan Manuel Serrano. Si no hay cambio de planes de última hora, el alto cargo estará mañana en la capital valenciana con el jefe del Consell.

Puig cierra así una negociación de algo más de un año. Con esta, son ya tres las sedes de la compañía postal en la Comunitat Valenciana que adquiere la Administración autonómica. Antes fueron las de Elx y Castelló. En la de València había un especial interés por el valor simbólico del edificio para distintas generaciones, por su relevancia arquitectónica y por su ubicación en el centro de la ciudad, frente a la Casa Consistorial.

El precio (22 millones) es el más alto pagado hasta ahora por uno de estos inmuebles, si bien es el edificio más singular. En este sentido, la valoración que tenía la Generalitat por parte de Patrimonio estaba en torno a los 30 millones de euros. No obstante, Correos no se deshace del uso de todo el edificio, sino que podrá mantener una oficina en el acceso recayente a la calle de Correos, según las fuentes citadas.

La compañía está en proceso de transformación y se está desprendiendo de los edificios históricos, caros de mantener y poco operativos para el negocio actual.

La compra-venta se cerró antes del final de 2021, como informó este diario. Era una de las exigencias, por motivos contables, de la empresa. Faltaba el acto protocolario. Está por ver asimismo hasta dónde llega el acuerdo. El Consell busca contraprestaciones en cuanto a creación de nuevas estructuras e implantación en la Comunitat Valenciana. Según las fuentes consultadas, podrían llegar por la vía del servicio postal en las comarcas despobladas.

La transferencia del inmueble se prevé rápida. Se calcula que Correos podría desalojar el grueso del edificio a final de este mes. En este sentido, la Generalitat podrá contar con el mismo antes que con el de Castelló, que fue adquirido hace un año pero no pasará en la práctica al patrimonio autonómico hasta el mes de marzo.

El edificio es obra del arquitecto aragonés Miguel Ángel Navarro, se concluyó en 1923 y destacan su sala oval y el mirador.

La intención de la Generalitat es abrir el edificio histórico de Correos al público una vez que esté en su posesión. Será una forma de reflejar que se trata de un espacio emblemático ganado para la ciudadanía. Este es el fin que el Gobierno valenciano señala para explicar la adquisición de estos inmuebles.

Con posterioridad, el objetivo es dotar a la instalación de un uso cultural, pero no exclusivamente museístico. El jefe del Consell, Ximo Puig, ya explicó antes de finalizar 2021 que pretendía convertir el espacio en un centro cultural de las regiones de Europa. La pretensión es vincular así el proyecto a la filosofía política federal y descentralizadora que defiende el Ejecutivo del Botànic. La idea está por concretar, pero se trataría de acercar periódicamente a distintas regiones de Europa. No se descarta alguna implicación del Comité de las Regiones de la Unión Europea.

La Generalitat considera no obstante que cuenta con espacio para dedicar alguna sala a otros usos, alguno administrativo incluso. Todo empezará a desarrollarse a partir de febrero, si como está previsto el desalojo se produce este mes.