La Conselleria de Política Territorial y Movilidad, a través de Ferrocarrils de la Generalitat, ha iniciado esta semana las pruebas de iluminación en las paradas de metro de la L10, que conectará la calle Alicante con el barrio de Natzaret y cuyos trenes empezarán a funcionar en pruebas a finales de este mes. En concreto, ya se han empezado a probar los sistemas de iluminación de las marquesinas y la parada de la línea de Quatre Carreres.

La Generalitat ya tiene «en estudio» la segunda fase de la L10, que prolongará la línea hasta la fachada marítima para dar servicio a los vecinos así como a los trabajadores y visitantes de la Marina de València y a la nueva terminal de cruceros del puerto.

A finales de mes y durante tres meses FGV pondrá en marcha la fase de pruebas técnicas de funcionamiento y seguridad de la L10. En abril de 2022, dentro del primer semestre del año, la línea podrá estar ya operativa y el tranvía volverá a Natzaret seis décadas después de perderlo.

La línea 10, anteriormente T2, con tramos en subterráneo y en superficie, debía conectar los barrios del noroeste, desde Torrefiel, con la fachada marítima, atravesando el centro histórico, sin embargo, las obras quedaron paralizadas en 2011 por la crisis y la falta de financiación y no fueron retomadas, en el tramo que conecta la calle Alicante con Natzaret, por la Generalitat hasta 2017.

Acabar este tramo de la línea ha costado 50 millones de euros, cofinanciados por la UE. Pero supone un nuevo avance en las comunicaciones de la ciudad y saca del aislamiento a un barrio como Natzaret.