El «tro de bac» ha languidecido durante las últimas décadas. La creciente tendencia a la fiesta nocturna fue desanimando a los falleros para levantarse -o enlazar- hasta las ocho o nueve de la mañana para disparar los petardos. La consecuencia es que se convirtió en una práctica casi residual. Ni siquiera la recuperación del acto por la Junta Central Fallera contribuyó a revisar el gusto por el disparo. Lo que antes se vendía en quioscos masivamente se había quedado reducido a un único fabricante. Tan sólo en los últimos años, merced a iniciativas como los disparos conjuntos de agrupaciones, se ha observado un ligero repunte. Ahora llega un momento decisivo que puede marcar incluso su recuperación. «Como todo en la vida, lo vintage está de moda y la gente está interesándose de nuevo, por suerte» asegura Toni García, gerente de la Pirotecnia del Mediterráneo, responsable de la elaboración de las 4.500 cajas para el festejo del 27 de febrero. La empresa de Vilamarxant ha dado el paso de sumarse a la fabricación. Una apuesta que les ha salido bien. «Desde que se comunicó que se nos había adjudicado, hemos recibido infinidad de pedidos de comisiones. Hemos tenido que cerrar ya porque no queda tiempo. Es una muy buena señal y a ver si continúa en el futuro. Será bueno para todos. Empresarialmente no da gran beneficio, pero sí que sirve para mover. Hemos contratado trabajadores...».

El «tro de bac» se reivindica en las Fallas

El «tro de bac» reivindica su papel pese a estar rodeado de contradicciones. No se entiende que, para introducir la mano en la caja, extraer una de las bombas y estrellarla en el suelo, haya que pasar un cursillo. El CRE. Obligado por normativa europea. «Es su gran problema. La normativa se hace estricta y farragosa y para el fallero, que su fiesta es una pasión, un hobby, meterse en enredos, en cursillos, hace que se haya perdido el interés. Aunque, como digo, vemos un claro repunte».

El «tro de bac» se reivindica en las Fallas

Y aún con otra gran contradicción: que sólo lo pueden disparar mayores de 18 años. Aparcando décadas y décadas de niños estrellando en el suelo. Y que, sin embargo, sí que tengan edad para utilizar petardos de mecha, teóricamente más peligrosos. Que con 14 años sólo puedas tirar bombetas y que, sin embargo, puedas ir en moto, repostar gasolina... a veces la legislación es contradictoria y no entiende de las particularidades y las tradiciones de la zona. Hay lugares como el nuestro que un niño de seis años entiende lo que es disparar un petardo porque hay una cultura de generaciones. Y, claro, decirles que sólo puede tirar bombetas en la «despertà» es extraño».

El «tro de bac» se reivindica en las Fallas

proceso artesano. 1 Rellenado a mano de los «canutillos» de papel. 2 Sellado del «tro de bac» con tira de papel. 3 El control de calidad, no menos importante. 4 Toni García, gerente de Pirotecnia del Mediterráneo, con las cajas. F

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