La Generalitat y el Ayuntamiento de València ultiman el acuerdo para la creación del nuevo consorcio que gestionará la Marina de València donde la participación del Gobierno quedaría diferida para una negociación posterior. La prioridad para el Consorcio "en funciones" es alcanzar un acuerdo para refundar "técnicamente" el consorcio y desatascar tanto las grandes concesiones, entre ellas la Estación Marítima, como los contratos que permiten resolver el "día a día", desde el mantenimiento de la jardinería, al suministro eléctrico o la seguridad.
La propuesta de nuevo convenio que se negocia ahora aplaza el debate "político" sobre la titularidad de los terrenos al menos hasta que pasen las elecciones. Ante las reticencias de la Autoridad Portuaria de València (APV) a participar en la gestión del espacio, como planteó el Ministerio de Hacienda tras su salida del ente gestor una vez asumida por el Gobierno la deuda (400 millones de euros) de la Copa del América, en la comisión negociadora formada por técnicos de la Generalitat, del Ayuntamiento y del Consorcio se plantea la posibilidad de dar entrada al Ministerio de Cultura y Deporte. Algunas fuentes de la comisión dan por inminente el acuerdo para la formación del nuevo ente gestor, sin embargo, la Conselleria de Obras Públicas destaca que se están "acercando posiciones", pero "todavía no hay nada cerrado". "Seguimos negociando".
El control de la Marina lo asumen en la propuesta en la que trabaja el consorcio al 50% la Generalitat, representada por el conseller de Obras Públicas y Vertebración, Arcadi España, y el Ayuntamiento de València y donde el alcalde, Joan Ribó, mantendría la presidencia del organismo. En paralelo a la composición del nuevo órgano gestor se negocian los usos y fórmulas de gestión de los espacios de la marina, donde la lamina de agua, que en la actualidad es propiedad del Puerto, podría pasar a manos de la Generalitat, que ya gestiona otros puertos no declarados de interés general. La gestión de los amarres es una de las principales fuentes de ingresos del Consorcio, pero también uno de los grandes embrollos por despejar al ser objeto desde 2017 de una investigación en la Comisión Europea tras la denuncia de un puerto deportivo privado por la concesión de ayudas del Estado.
La Asociación Valenciana de Startups demanda también un acuerdo para desbloquear el nuevo ente gestor de la Marina de València, tras conocerse la retirada de recurso interpuesto por la empresa belga Fosbury & Son contra la sentencia de anuló la concesión de la Estación Marítima, allanando así el camino para que la propuesta (Valencia Innovation District) liderada por la asociación "Startup Valencia" asuma la gestión de este espacio tras cuatro años de litigio en los tribunales. La concejal del PP, Paula Llobet, valoró que la empresa belga Fosbury, que en 2021 entró en concurso de acreedores, haya desistido en sus aspiraciones a gestionar el edificio de la Marina y retirado el recurso interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia. “Por fin ha triunfado el ecosistema emprendedor después del largo camino que han tenido que recorrer por la torpeza del Consorcio y del gobierno municipal en la adjudicación de la antigua Estación Marítima que debe ser elhub de referencia que Valencia necesita” ha afirmado hoy Llobet.
Los responsables de la Web Summit visitan la Marina
La marina necesita salir del impás actual para dar respuesta a nuevos retos, entre los que destaca la Web Summit Planet: Tech, cuya candidatura defienden estos días los responsables de la ciudad y del Consorcio ante los responsables del Web Summit que esta semana han recorrido las instalaciones de la Marina de València para comprobar in situ las posibilidades de la ciudad. El ayuntamiento anunció en enero la candidatura para la celebración entre 2023 y 2027 de este multitudinario evento tecnológico. La candidatura de València ya fue rechazada por los organizadores en 2019 con el argumento de que se buscaban capitales de Estado para albergar el evento. También se apuntó en su momento la falta de apoyo empresarial a la candidatura, un argumento similar al esgrimido con la celebración de la 37 Copa del América que finalmente se ha ido a Barcelona. La estabilidad política, la colaboración público-privada, la oferta turística de la ciudad, la conectividad, la seguridad, la asequibilidad y el clima son algunos de los aspectos que valoran los organizadores del gran evento tecnológico celebrado en sus últimas cuatro ediciones en Lisboa.