"De vez en cuando ves a gente cantando delante de la lápida": se disparan las visitas a la tumba de Nino Bravo
"¿Usted sabe donde está la tumba de Nino Bravo?" Y aunque la pregunta pueda parecer una casualidad, lo cierto es que corresponde a una realidad: el eterno cantante de Aielo de Malferit lo es más en estos tiempos, en el último Todos los Santos antes de cumplirse 50 años del accidente que le costó la vida en la carretera de Villarrubio el 16 de abril de 1973.
Tanto es así, que el goteo de visitas a su nicho se ha multiplicado exponencialmente. Se nota a simple vista y lo confirman los responsables del camposanto. "Es una tumba muy visitada. De vez en cuanto te ves a gente cantando delante de la lápida" asegura uno de los responsables del camposanto. "Pero este año siempre hay gente".
La tumba, que forma parte del Museo del Silencio, tiene su peculiaridad. Se encuentra en el sector 7 derecha, casi en horizontal con el monumento a las víctimas del franquismo. Jesús Bayot e Isabel Callejas contemplan el mármol como matrimonio de auténticos expertos que son en la vida del cantante. "Él me cantó el "Te quiero" en la boda. No veas que bonito quedó". Contemplan el nicho sin contener la emoción, se santigüan y no ocultan su admiración. "Yo era fanático
Cuando Nino Bravo tuvo el mismo sueño que los Beatles y quiso abrir una discoteca de ciencia ficción
perdido de él" dice Jesús.
"Arrancaban las letras de la lápida"
La peculiaridad en cuestión es que "Nino Bravo" no aparece por ningún sitio. "Es que se llevaban las letras. Las arrancaban". Y porque era mucho más que un nombre artístico: "su padre le decía que no era Nino Bravo, sino Luis Manuel Ferri Llopis" y ese es el nombre que aparece. Aparece en un postizo de mármol gris que se le añadió a la lápida original, de diferente color rojizo, precisamente para evitar el pillaje de letras. Ahora están esculpidas directamente sobre la piedra junto con la fecha de nacimiento y el epitafio "tu esposa, hijas, padres y hermana".
Acuerdo para que el futuro jardín de Nino Bravo sea un homenaje al cantante
Lo que llama la atención además es la cantidad de ofrendas que exhibe. Una bufanda del Valencia CF, flores de todo tipo, collares y hasta un coletero donde se lee un agradecimiento. Hasta un muñeco de Elvis Presley. "Es que es nuestro cantante inmortal. Nuestro particular Elvis. Aunque no se parezcan en nada".
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