La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de València adjudicará el viernes el contrato para el suministro del sistema de gestión y control para implantar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en València por un importe de 10,8 millones euros y un plazo de ejecución de dos años. El sistema constará de 274 cámaras de lectura automática de matrículas distribuidas en 93 puntos de la ciudad, 52 sensores de medición ambiental, 44 paneles de información y una aplicación para monitorizar y controlar la calidad del aire. Además, contempla una campaña dirigida a la ciudadanía para dar a conocer el proyecto.

El Gobierno del Rialto avanza así en la implantación de la zona de bajas emisiones, donde los coches más contaminantes tendrán restringida la entrada, y que por exigencia de la Ley de Transición Ecológica deberían tener las ciudades de más de 50.000 habitantes en 2023. Los problemas legales que han surgido en algunas ciudades como Barcelona que se han adelantado a la creación de la ZBE han llevado al Ministerio de Transición Ecológica a anunciar un decreto para regular la implantación de las ZBE. Mientras llega el marco legal estatal, los ayuntamientos tramitan sus ZBE pero sin prisas. València, que esperará a la regulación estatal para la aprobación de su propia ordenanza para la zona de bajas emisiones, no estará lista el 1 de enero. Fuentes del gobierno municipal consultadas aseguran que se implantará "a lo largo de 2023". El objetivo de la ley es mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero en las grandes ciudades.

El sistema de gestión y control irá regulado de acuerdo con una ordenanza municipal que actualmente se encuentra en proceso de elaboración. Junto con los lectores de matrículas, sensores medioambientales y paneles informativos, ofrecerá un servicio de desarrollo de todas las aplicaciones informáticas necesarias para gestionar, operar y controlar los equipos, así como para comunicar los diferentes componentes entre sí y con sistemas externos.

También forma parte del contrato el suministro de los equipos y sistemas informáticos destinados a alojar y procesar las aplicaciones informáticas y almacenar la información, así como el servicio de desarrollo de un sistema avanzado para monitorizar y controlar la calidad del aire. Esto se complementará con una campaña de información dirigida a la ciudadanía para dar a conocer y concienciar sobre el proyecto de implantación de la zona de bajas emisiones.

Este contrato ha recibido una subvención del 90 % del presupuesto de los fondos europeos Next Generation, en el marco de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Los criterios que se han valorado para la adjudicación, según se establece en los pliegos de licitación, han sido la ampliación del plazo de garantía, una baja económica a los precios unitarios, horas de consultoría adicionales para el desarrollo evolutivo del software, así como la calidad de los equipamientos. El contrato se adjudica a la UTE Eysa Aluvisa-ZBE Valencia.