Mucha gente, pero menos que otros años. Esa es la primera sensación de los responsables del cementerio general del València al valorar las visitas al camposanto con motivo del día de Todos los Santos. Aunque como marca la tradición han sido miles los familiares que se han acercado hasta los cinco cementerios municipales de la capital para rendir homenaje y acordarse de sus difuntos, lo cierto es que, en principio, se estima que han pasado ya por las instalaciones municipales alrededor de 300.000 personas, 100.000 menos que en los años anteriores.
Los responsables del servicio miden las visitas extrapolando la entrada principal con el resto de puertas. Y la sensación general era de un descenso en las visitas. Entre otros motivos se achacaba a la mortalidad de personas mayores que se ha producido desde la pandemia, habida cuenta de que las visitas suelen hacerlas las personas mayores y, con ellas, sus familiares.
Una costumbre que se pierde
También se aseguraba que ha podido influir precisamente la pérdida del hábito a consecuencia de aquel parón. En cualquier de los casos, la animación en los aledaños de los camposanto de la ciudad ha sido notable, prolongándose durante toda la jornada, aunque sin llegar a generar colapso. Incluso en laborables como el martes hubo un flujo constate, lo que viene a demostrar en general que la gente intenta huir del día grande por temor a no encontrar aparcamiento o a hacer andar a las personas mayores más de la cuenta.
El buen tiempo ha acompañado
Trescientas mil personas han pasado por el cementerio general en la semana de todos los Santos, que acaba este domingo con la presencia más masiva. A lo largo de la jornada han sido infinidad las personas que han acudido a visitar a sus familiares para honrarles con flores. El buen tiempo ha acompañado a una presencia muy de familias, especialmente personas mayores.