Hasta 15 bajas médicas y 30 vacantes obligan a cerrar bibliotecas municipales

Las concejalías de Cultura y Personal trabajan a contrarreloj para encontrar 2 nuevos trabajadores que eviten cerrar la biblioteca de Ciutat Fallera

En plena época de exámenes, se ha tenido que mover personal de unas bibliotecas a otras para dar servicio a los estudiantes

Foto panorámica de la biblioteca municipal de La Petxina.

Foto panorámica de la biblioteca municipal de La Petxina. / R.L.V.

José Miguel Vigara

José Miguel Vigara

Las bibliotecas municipales de València y sus pedanías están enfermas de gravedad, y el diagnóstico de la patología que sufren, es una falta de personal endémica que arrastran desde 2017, cuando se han disparado las bajas y las vacantes por jubilaciones, enfermedad y cambios de servicio; y que ha obligado ahora a activar una bolsa de trabajo que se constituyó en 2005. Fuentes municipales han confirmado a Levante-EMV que en este momento el servicio adscrito a la concejalía de Cultura tiene 15 trabajadores de baja, por enfermedad, y otras 30 vacantes, por jubilaciones, traslados a otros servicios o a la Generalitat, fallecimientos o discapacidades inhabilitantes. El problema es tan grave que la biblioteca de Ciudad Fallera ya ha informado a sus usuarios que podría cerrar porque no hay trabajadores municipales que puedan atender a los ciudadanos. Eso sí, indican las fuentes consultadas, los concejales de Cultura José Luis Moreno y de Personal Julia Climent "se han puesto manos a la obra y han activado la bolsa de trabajo de auxiliares de servicio de 2005" para reclutar de urgencia a al menos dos personas que quieran incorporarse ya en los próximos días a Ciutat Fallera. En el Ayuntamiento de València son conscientes del problema, máxime en estos días, cuando hay multitud de estudiantes que utilizan las bibliotecas para preparar los exámenes de este mes y de febrero. Sin embargo, fuentes del equipo de gobierno de María José Catalá subrayan que la falta de personal en estas instalaciones municipales "es estructural y se debe a que no se ha contratado ni se han convocado nuevas bolsas de empleo desde hace años". El problema se ha hecho más grave desde 2017, lo que ha provocado que por falta de personal, prácticamente uno de cada tres días, no se pueda abrir alguna biblioteca municipal en la ciudad con normalidad. Los datos así lo demuestran. En 2017, hubo que realizar 11 cierres parciales en las bibliotecas municipales; y en 2018, 12. A partir de ahí, la escasez de personal se convierte en un drama. En 2019, hubo que cerrar hasta 156 veces; en 2020, 87; y desde ahí el problema es ya estructural: en 2021, 143 cierres parciales; en 2022, 139 y en 2023, 144.

Una usuaria consulta un libro en una de las bibliotecas municipales.

Una usuaria consulta un libro en una de las bibliotecas municipales. / R.L.V.

Ante las críticas de los concejales de la oposición Pere Fuset (Compromís) y Maite Ibáñez ( PSPV), fuentes del equipo de Catalá señalan: "Desde 2017 hasta junio de este año en este servicio se han producido 26 vacantes por jubilaciones, traslados, incapacidades o fallecimientos y no se ha cubierto ni un puesto de trabajo. Desde el 31 de diciembre hasta hoy 4 vacantes, tres por jubilación y uno por cambio de administración. A día de hoy se tramita la cobertura de dos de esas vacantes con carácter prioritario y ahora hay que encontrar solución a siete años de un gobierno incompetente".

A estas 30 vacantes hay que sumar 15 bajas por enfermedad, el repunte de los virus respiratorios también han afectado a esta plantilla ya mermada de por sí, "y por eso se han tenido que producir unos cierres parciales por situaciones sobrevenidas que se suman a la situación estructural de falta de plantilla", ha informado el concejal y portavoz del PP Juan Carlos Caballero.

"Ya estamos trabajando para que los vecinos de Valencia puedan disfrutar de nuestras bibliotecas con un buen servicio, algo que ha importado poco a PSOE y Compromís", denuncia el regidor del PP. "Menos demagogia y mentiras y más reconocer el esfuerzo del equipo de gobierno que tiene que encontrar las soluciones a problemas crónicos de la izquierda, como fueron las colas del padrón que solucionó el gobierno del PP en la primera semana de gobierno o la mermadas", lamenta el portavoz.

Aperturas parciales en la biblioteca de Ciutat Fallera

Mientras tanto, para garantizar que la biblioteca de Ciutat Fallera pueda funcionar, "se ha reorganizado el personal" y se ha destinado a trabajadores de otros centros "para garantizar al menos la apertura parcial" de esta biblioteca hasta que se incorporen dos personas de la citada bolsa de 2005 que, al parecer, habría aceptado. Si entre el personal de la casa, de otros departamentos que pueden optar a las mismas plazas, y los inscritos en la bolsa no se pueden cubrir las bajas, lo que se haría es ofrecer este destino a subalternos que también podrían acceder a estos puestos con todas las garantías.

Pere Fuset ha reclamado en su cuenta de "X" que la alcaldesa "se ponga la pilas para que las bibliotecas municipales den servicio al menos en su horario habitual" aunque Compromís ha exigido que estos centros de lectura estén abiertos durante las 24 horas para que los estudiantes puedan preparar sus exámenes.

Por último, la concejala socialista Maite Ibáñez ha considerado el posible cierre de la Biblioteca Municipal Vicent Tortosa y Biosca de Ciutat Fallera para los próximos días como “una decisión arbitraria que Catalá ha adoptado sin justificar el criterio por el que cierra esta instalación y no otra”.

Ibáñéz ha exigido a María José Catalá que “rectifique y no cierre” esta instalación porque “nos tememos que responde a los recortes que ya ha empezado a hacer como resultado de unos presupuestos municipales de la mentira, en los que para bajar impuestos a las familias de rentas altas, castiga a los barrios de las familias trabajadoras”.