Una de las mejores características de las viviendas son sus vistas. Si son a la parte vieja de la ciudad, al mar o a un paradisiaco paisaje verde, como ocurre con esta casa nórdica, enseguida nos enamoramos, ya que sentimos este hogar como un lugar de no solo de confort, si no también de relax.

Hoy descubrimos una casa con unas vistas impresionantes a un frondoso bosque y un río. Está situada en una zona residencial de lujo de Noruega. Tiene 195 metros cuadrados y una decoración en tonos y materiales fríos como el acero y el cristal que contrastan con el verde de afuera y la madera de los suelos, que aportan calidez a la estancia.

La urbanización está enclavada en el mismísimo monte y los pisos cuentan con grandes cristaleras, terrazas y patios para poder disfrutar de la naturaleza en todo momento. A pesar de ser un apartamento, la construcción permite siempre estar alejado de las miradas indiscretas de los vecinos.

El interior se divide en cuatro dormitorios, el principal cuenta además con baño propio y una terraza de unos 20 metros cuadrados.

La cocina, el comedor y el salón están integrados en único espacio, decorado con el mismo estilo que el resto de la casa. Con el estilo practico, elegante y sencillo de las casas nórdicas, que tan de moda está.

Las vistas, los materiales utilizados y los pequeños y grandes detalles de este apartamento, son sin duda, una buena fuente de inspiración.