Limpias y limpias pero nunca acaba de estar del todo desinfectado. No te preocupes: es normal. Hay varias zonas de la casa donde las bacterias se acumulan sin cesar y donde es mejor que enfoques tu esfuerzo para conseguir dejar todo impecable. Es uno de los mejores trucos de limpieza: si sabes los lugares donde la suciedad se amontona con más facilidad, también será más sencillo atacarla para acabar con ella y que la casa esté reluciente.

Esta es la lista con los diez lugares de tu casa donde se acumulan más bacterias y donde, por tanto, tendrás que aplicar tus esfuerzos para lograr una limpieza óptima. Ojo porque con los trucos de limpieza adecuados, la situación no tiene por qué suponerte un problema.

Dónde hay más suciedad de toda la casa

La cocina

Es uno de los lugares con más bacterias, como todo el mundo puede suponer. Aunque se extreme la limpieza, el uso de bayetas húmedas y tablas de cortar, o el cocinado y lavado de alimentos y productos frescos como la carne o el pescado, provocan que este lugar de la casa exija una limpieza excepcional para garantizar la ausencia de gérmenes.

Trucos de limpieza para acabar con la suciedad en el baño. Pexels/Karolina Grabowska

El baño

Es otro de los puntos más conflictivos del hogar en cuanto a las bacterias se refiere. Es una estancia en la que la humedad está muy presente, con todo lo que eso conlleva, como con las toallas, y donde no dejamos de tocar muchas de sus superficies, como los grifos, así que la limpieza aquí debe ser notable para conseguir eliminar cualquier rastro de suciedad o moho; los cepillos de dientes también es otro de los puntos más conflictivos, ya que pueden llegar a acumular millones de microorganismos que luegos nos introducimos en la boca, de ahí la importancia de renovar con frecuencia este instrumento de higiene.

El inodoro

Es uno de los puntos donde todo el mundo sabe que se acumulan las bacterias y los gérmenes, así como en las escobillas, puesto que ambos están en contacto directo con los desechos que expulsamos de nuestro cuerpo.

El fregadero

Puede ocultar incluso más gérmenes que el inodoro. El uso de bayetas húmedas, la presencia de restos de comida, grasas y la utilización constante del agua facilita la concentración de miles y miles de bacterias.

La lavadora

Es uno de los electrodomésticos que está en permanente contacto con el agua y con la suciedad que lleva la ropa que se introduce en la lavadora. Los restos de jabones y suavizantes contribuyen, además, a que se acumulen estos gérmenes. La limpieza de la goma de la lavadora es fundamental para eliminar bacterias y malos olores.

La nevera

Guarda comida fresca en su interior, entre ella carne y pescado, así que es necesario extremar su limpieza para evitar que los gérmenes se multipliquen dentro del electrodoméstico. Lo ideal es limpiarla cada poco para evitar posibles intoxicaciones.

Las tablas de cortar

Sobre ellas se depositan alimentos frescos que suelen dejar residuos, como la carne o el pescado crudos, así que se hace imprescindible desinfectar y limpiar muy bien las tablas de cortar para que su superficie no se convierta en un foco de bacterias.

Cómo limpiar el dormitorio para evitar la presencia de bacterias y gérmenes. Pixabay

El dormitorio

Es fundamental limpiar con cuidado cada rincón de la habitación donde dormimos para facilitar un descanso adecuado y eliminar cualquier rastro de suciedad generado por el sudor o el calor que desprendemos al dormir. Así, es necesario vigilar cada cuánto hay que cambiar las sábanas, cuándo hay que renovar el colchón o cuánto tiempo es necesario ventilar para mantener una buena higiene.

El salón

Es uno de los lugares de la casa donde más tiempo pasamos, por lo que es imprescindible vigilar la limpieza de determinados puntos como el sofá o las alfombras, ya que en las tapicerías se pueden acumular ácaros y bacterias si no se lavan con frecuencia.

Los armarios

Son el escondite perfecto de ácaros y malos olores si no se aplica una limpieza cuidadosa. La gran cantidad de ropa y zapatos que se guardan en su interior favorecen la presencia de posibles bacterias o gérmenes que, en caso de no frenar, podrían multiplicarse y generar un problema, sobre todo para todas aquellas personas afectadas por alguna dolencia respiratoria como el asma.