Los canarios han sido seleccionados durante cientos de generaciones por el ser humano atendiendo a su belleza y su canto. ¿Eso qué significa? Pues que sus propietarios sólo dejaban criar a aquellos que destacaban del resto por esas cualidades. Por eso, hoy en día lo normal precisamente es que le guste cantar. Lo raro sería que no lo hiciera.

Para aminorar las molestias, lo mejor es que le busques un sitio tranquilo y aislado de ruidos externos que puedan alterarlo. Estar calmado siempre ayuda a que viva más relajado. Por la noche, si es tan molesto al amanecer, tape su jaula con un pañuelo fino que transpire. Eso le quitará la claridad de los primeros rayos de sol y ayudará a que comience un poco más tarde sus cánticos. Por otra parte, y esto es importante, deberías buscarle un compañero, ya que, por la soledad en la que vive, muchas veces con su canto lo que busca es la respuesta de otro canario. Un amigo limará su soledad y dará calidad y bienestar a su vida.

Desgraciadamente, por el desarrollo de la sociedad y la domesticación del hombre, la mayoría de los canarios ya no sobrevivirían en libertad. Por eso, ya que han de hacerlo encerrados, al menos que lo hagan en amplias jaulas y siempre en compañía. Es lo mínimo que les debemos.