Es evidente que comiendo fruta adelgazas. Eso es algo básico: así evitas comer otros dulces que pueden perjudicar tu objetivo de perder peso antes de final de año. Pero en los últimos meses a muchos ha dejado de bastarles con comer melocotones o piñas y se han pasado a otra moda también muy sana y que también te puede ayudar a bajar la barriga y a perder esos kilos que en muchas ocasiones nos acomplejan: se trata de los frutos secos.

Comer frutos secos (como almendras o avellanas) dos veces al día (por ejemplo unos pocos en el desayuno y otros a media mañana o a media tarde a modo de merienda), va a contribuir a una mejora en tu tracto digestivo, va a hacer que pierdas peso de forma más acelerada y te va a dar la energía que necesitas tanto para hacer deporte como para afrontar la jornada laboral. Comer, por ejemplo, un plátano y unas almendras a las cinco de la tarde te va a dar una energía tremenda. Así, además, gastarás más calorías y dormirás mejor. Recuerda que descansar por la noche es también fundamental para estar en tu peso ideal. Y moverte. Y eso sólo lo lograrás si bajas peso.

De cara a la Navidad es fundamental que tengas controlado tu peso. Y no sólo por la gran cantidad de enfermedades que están asociadas a una mala alimentación (la más importante de ellas la obesidad). Durante las fiestas, especialmente en Nochebuena y en Nochevieja, los excesos con el alcohol y la comida se acaban pagando. Muchos son los que el 1 de enero se apuntan al gimnasio para intentar paliar las calorías de más ingeridas días antes o los dulces que se comen sin control. Pero esa no es la solución.

Los nutricionistas que tienen más seguidores en redes sociales insisten en que lo más adecuado es cuidarse a diario. Una dieta milagro o una temporada determinada comiendo sólo verduras va a hacer que bajes muchos kilos pero no va a ser algo que puedas mantener en el tiempo. Es por eso que tu cambio de dieta tiene que ser más bien un cambio de vida que en cualquier caso puedas mantener en el tiempo.