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La inmunoterapia, la revolución contra la migraña

Se espera que en otoño lleguen a España los primeros fármacos específicos para tratar este dolor de cabeza

La inmunoterapia, la revolución contra la migraña

La migraña trae en jaque a un número importante de la población española, que ven reducida su calidad de vida de forma considerable por el dolor y otros síntomas asociados a esta patología, porque los neurólogos ya lo dicen: la jaqueca no es solo un dolor de cabeza. "Cada migraña es un mundo", puntualiza la neuróloga Clara Domínguez, miembro de la Sección de Cefaleas de la Sociedad Gallega de Neurología y del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología. Y es que el dolor -pulsátil o perforante- puede acompañarse de náuseas, vómitos, malestar digestivo, visión borrosa, sensibilidad a la luz, a los sonidos y, algunas veces, a los olores y al tacto, y sensación de vértigo, a veces acompañada de desmayo, lo que la hace altamente incapacitante.

A pesar de su gran capacidad invalidante y de su alta prevalencia -se calcula que en España está ente e 12 y el 13% en población adulta, lo que significa que 4,5 millones de personas sufren jaqueca -no había un fármaco preventivo diseñado específicamente para combatir la migraña y los que se prescribían eran medicamentos que se descubrió que funcionaban pero que habían sido desarrollados para otras patologías. Ahora, la inmunoterapia va a cambiar este panorama y la vida de millones de pacientes. Los anticuerpos monoclonales diseñados para tratar la migraña son, sin duda, el mayor avance hasta la fecha para tratar este tipo de cefalea, que afecta a una de cada cinco mujeres.

"Los anticuerpos monoclonales para la migraña son un avance muy importante porque desde el punto de vista científico, son los primeros fármacos que tienen un mecanismo de acción que bloquea una molécula (CGRP), que sabemos que está implicada en esta cefalea y que aumenta durante los ataques de dolor. Y desde el punto de vista clínico, son importantes también porque suponen ampliar el abanico de terapias para los pacientes", explica la neuróloga.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE UU aprobó este medicamento el pasado año y en España se prevé que estén disponibles a partir de este otoño, en principio para los casos más graves, es decir, para aquellos pacientes que son resistentes a otros tratamientos. Según la especialista, en estos momentos hay cuatro fármacos, es decir, cuatro anticuerpos diferentes, que se administran de forma subcutánea -excepto uno, que es intravenoso- una vez al mes, lo que también será una ventaja para el paciente, que no tendrá que estar pendiente de tomarse la medicación todos los días.

"Todos han demostrado su eficacia frente a placebo, esto quiere decir que reducen los días de cefalea en más del 50% de los pacientes; y de momento, no han demostrado tener grandes efectos secundarios ni interacciones con otros medicamentos. También habrá que darles un tiempo, como a todos los medicamentos, para ver si aparecen otros efectos que no se hayan visto hasta el momento, sobre todo teniendo en cuenta que la migraña es una patología crónica y, por tanto, lleva un tratamiento de mucho tiempo", afirma.

Precisamente los escasos efectos adversos es otro de los grandes avances de estos nuevos fármacos, ya que la falta de adhesión a los tratamientos actuales se debe precisamente a estos. "Esta patología afecta normalmente a personas en edad laboral y de tener hijos, y no siempre es fácil tomarse una pastilla todos los días a la misma hora, y luego hay efectos secundarios, como molestias gastrointestinales, algunos, somnolencia, hormigueo en piernas y manos, bajadas de tensión, que muchas veces no son compatibles con las obligaciones del paciente o que le resultan muy molestos", explica.

Como sucede con cualquier otro medicamento, los anticuerpos monoclonales tampoco van a borrar del mapa las migrañas. "No es una vacuna que te pones y te olvidas del dolor de cabeza. Es un fármaco preventivo que reduce la frecuencia y la intensidad del dolor, y cuya eficacia dependerá también de cada paciente", explica. Según la neuróloga, aquellos pacientes que más elevados tengan los niveles de proteína CGRP serán quienes mejor respondan al tratamiento con anticuerpos monoclonales.

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