Las calles de Russafa, junto a la iglesia de San Valero, registran este fin de semana una inusitada animación con la llegada del Mercado de San Blas. Se trata de una iniciativa de la falla Doctor Serrano-Carlos Cervera-Clero, que recupera una tradición ancestral que se vivía en el barrio desde el Siglo XIX. Durante las jornadas de sábado y domingo, los puestos de comida y artesanía llenan las calles con los mercaderes, mientras que, por la noche, ya se enciende la iluminación artística. Un plan alternativo para aprovechar el primer fin de semana de febrero.