Pacto y sentencia, al menos para la extenista Arantxa Sánchez Vicario, que ha sido condenada por un juzgado de Barcelona a dos años de cárcel. Peor suerte ha tenido su exmarido, Josep Santacana, al que la exdeportista culpó de haber realizado maniobras para deshacerse de su patrimonio, y al que se le ha impuesto tres años y tres meses de prisión, con el riesgo que supone esa pena, de confirmarse, de ingresar en un centro penitenciario. Los dos están acusados de urdir una trama para evitar el pago de una deuda de más de seis millones de euros al Banco de Luxemburgo. El resto de los tres imputados han sido condenados a un año y tres meses, mientras un cuarto ha sido absuelto. Además, la extenista y su examarido deberán pagar a la entidad bancaria una indemnización conjunta de 6,6 millones de euros.

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