Tanto Fer como Moisés habían comenzado el concurso muy concentrados, tal y como revelaba Roberto Leal. Los dos estaban tranquilos porque tras el empate en el último programa de Pasapalabra, ninguno se había tenido que sentar en la temida silla azul.

Tras las pruebas habituales, en las que Moisés Laguardia consiguió más tiempo y, por lo tanto, el derecho a ser el primero en empezar el rosco de Pasapalabra, comenzó la lucha por el bote.

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