Antena 3 siempre ha sabido que tiene un filón con Pasapalabra. Ya lo descubrió en marzo, cuando consiguió una audiencia de récord para ver quién se llevaba finalmente el bote de Pasapalabra, que entonces estaba en más de dos millones de euros. Fue Rafa Castaño, que finiquitaba así unos duelos épicos con su eterno rival: Orestes Barbero.

Medio año después y con el bote de Pasapalabra aún recuperándose pero ya "pintón", según lo califica el presentador del concurso, Roberto Leal, Pasapalabra lo ha vuelto a hacer y ha conseguido unos espectaculares datos de audiencia porque nadie quería perderse el momento en que uno de los dos concursantes se hacía con la victoria en el programa.

Pasapalabra: un bote de casi un millón de euros

Tanto Fer como Moisés habían comenzado el concurso muy concentrados, tal y como revelaba Roberto Leal. Los dos estaban tranquilos porque tras el empate en el último programa de Pasapalabra, ninguno se había tenido que sentar en la temida silla azul.

Tras las pruebas habituales, en las que Moisés Laguardia consiguió más tiempo y, por lo tanto, el derecho a ser el primero en empezar el rosco de Pasapalabra, comenzó la lucha por el bote.

Moisés empezó de manera muy discreta, con turnos cortos, de apenas unas pocas definiciones. Los dos más largos fueron de cinco aciertos, a diferencia de Fer, que se estrenó de modo completamente diferente: con un turno inicial de seis respuestas correctas y varios más de entre 5 y 6 aciertos.

Pasapalabra: Antena 3, líder de audiencia para ver quién gana el concurso.

Fer iba lanzado, pero la estrategia de Moisés ya es ampliamente conocida: es muy prudente con sus respuestas y, a la mínima duda, pide Pasapalabra para que el turno corra a su contrincante y así él tener tiempo para pensar.

Cuando llegó la segunda vuelta de Fer, el gallego ya tenía 21 aciertos anotados y apenas le restaban cuatro definiciones para hacerse con el bote de Pasapalabra, que ya supera con creces los 800.000 euros y cada vez se acerca más a la mágica cifra del millón de euros.

Por su parte, Moisés aún estaba muy lejos de su rival y con muchas preguntas todavía sin resolver, así que tenía que meter la directa si lo quería alcanzar. Fer optó por plantarse con 22 respuestas correctas y Moisés se vio obligado a tener que jugar él solo.

Cuando llegó la R, Moisés se la jugó y falló, algo que enseguida interpretó como algo fatídico para él: "Me voy a la silla", dijo en cuanto Roberto Leal le reveló su error.

Así las cosas, con 21 aciertos y un error, el concursante tenía que acertar al menos otras dos definiciones. Consiguió una contra todo pronóstico y llegó a las 22 palabras correctas, pero no pudo alcanzar su objetivo y Roberto Leal acabó proclamando a Fer como ganador de Pasapalabra.

Esos últimos minutos del programa fueron trepidantes, tantos que nadie quería perderse el final del rosco para saber quién de los dos acabaría venciendo. Ese interés se reflejó en los datos de audiencia: Antena 3 consiguió el minuto de oro con la friolera de casi tres millones de espectadores.