Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Roig ha cedido poder

Fernando Roig ha cedido poder

El Mónaco despidió al entrenador por los malos resultados y fichó a Thierry Henry. Le ha dado la boleta y ha recurrido al destituido Jardim. El Villarreal no ha querido ser menos. Destituyó a Calleja y fichó a Luis García Plaza. Ha echado a éste y ha repescado a Calleja. Nunca podía imaginar que un club que siempre había dados muestras de cordura, de buena administración y de adecuada dirección técnica, iba a caer en situación tan esperpéntica.

Nunca podía sospechar que Fernando Roig consintiera que, con él como paraguas, se cometieran tales despropósitos. Ha sido durante casi veinte años presidente ejemplar. Ha conducido a la entidad a logros impensados y ejemplarizantes. Ha creado una ciudad deportiva inimitable. Ha estado en los aspectos de protección de la cantera por encima de clubes de mayor prestancia.

En la Ciudad Deportiva han crecido jugadores para el primer equipo y alguno, al tiempo, ha estudiado una carrera que le proporcionará salida brillante en el futuro. Roig ha sido alma protectora de los clubes más modestos y ha dado muestras de ciudadano merecedor de toda clase de plácemes cuando ha distribuido entre los clubes modestos desfibriladores para que no volviera a producirse la lamentable muerte de un juvenil en el campo. Fernando Roig, a la vez, ha convertido su empresa, Pamesa, en la una de las más importantes cerámicas del mundo. Todo cuanto ha dirigido directamente ha crecido y ha alcanzado grandes logros. Ahora, hay que preguntarse por quién dirige el Villarreal Club de Fútbol mientras él mantiene el mando en Pamesa. El problema está en la cesión de poderes.

El Villarreal fue club importante en Liga de Campeones, en Liga Europa y ganador de dos copas Intertoto. Con Antonio Cordón como director técnico se hicieron fichajes de jugadores de talla mundial y en operaciones económicas magníficas.

La actual campaña fue erróneamente planteada. No se hicieron los fichajes adecuados como se ha demostrado. Con la ausencia de Bruno, que se podía imaginar que iba para más largo, y el traspaso de Rodri, el centro del campo quedó a la intemperie y se pretendió solucionar el problema con Cáseres. Hubo empecinamiento para contar con tres delanteros centro, Ekambi, Bacca y Gerard Moreno y se traspasó a Castillejo, que entraba por la banda derecha, y a Cheryshev que fue cedido al Valencia.

Funes Mori es argentino, pero no se parece a otros defensas centrales que han pasado por El Madrigal, como Musacchio. Al final es casi más fiable Bonera, un veteranísimo, que el recién llegado. Nadie se ha percatado de que los dos laterales, que aunque luchan, han perdido eficacia con respecto a anteriores campañas y, consecuentemente, con una zaga que hace aguas y un centro del campo que también naufraga es fácil el chiste de que el Submarino no asoma ni el periscopio. Empezó mal y acabará peor, salvo milagro si es que San Pascual aún tiene influencia.

Compartir el artículo

stats