El Villarreal continúa su idilio con la Liga Europa. Ayer tumbó al Zenit ampliando la ventaja que traía de la ida, un 1-3 tan merecido como generoso, y pone los dos pies en los cuartos de final sin perder un solo partido. En la noche de la Cerámica la delantera se encargó de silenciar cualquier inquietud. Gerard marcó el 1-0 en el primer tiempo, a pase de Bacca; y Bacca sentenció con el 2-0, en la segunda parte y a pase de Gerard. Fácil. El visitante Ivanovic maquilló con el 2-1 en el descuento.

El submarino se plantó en el césped consciente de su ventaja. El Zenit también lo hizo de su desventaja. El conjunto ruso formó con tres defensas y asomó en ataque cuanto pudo. Pese a esa intención de la pizarra, el juego era plácido para el Villarreal, que solo podía encontrarse con los problemas que él mismo fuera capaz de generarse. Eso no siempre es una buena noticia en el fútbol. Ayer tampoco: antes del cuarto de hora el Zenit tuvo dos manos a mano para meterse de lleno en la eliminatoria.

Los dos surgieron de errores graves del Villarreal. El primero fue en el minuto 11. Funes Mori es un central que te asegura un susto por partido. No lo puede evitar y lo mejor es asumirlo. Lo mejor que te puede pasar es lo de ayer. Que el susto sea pronto y no tenga consecuencias. Funes Mori cuerpeó y perdió la pugna con el visitante Azmoun, que se plantó solísimo frente a Andrés. El delantero del Zenit trató de batirle con una vaselina que se marchó alta.

Aún con las pulsaciones elevadas llegó la segunda gran ocasión rusa. En este caso fue Cáseres quien pifió una pase sencillo en la salida. El Zenit tejió una transición directa que plantó de nuevo a Azmoun frente al portero. Esta vez trató de picarla pero Andrés aguantó de pie, tapando con jerarquía los espacios. A Azmoun le llaman el Messi de Irán. De momento podemos confirmar que es de Irán.

Pasado el doble titubeo, el Villarreal cogió el mando del partido de donde lo había dejado. Se esforzó por no complicarse más la vida, aplicado, y espero sabueso su oportunidad. Esta llegó en el minuto 29, tras un robo en área propia. El central Víctor Ruiz lanzó la contra con un pase fino y vertical, de primeras. Toda la acción fue de manual. El control y el pase de Bacca para la carrera de Gerard Moreno, y la maniobra final de éste en el balcón del área ajena. El zurdazo enroscado de Gerard superó al portero Lunev y serenó los ánimos de cualquiera.

Segundo tiempo

Sin más sobresaltos llegó el encuentro al tiempo de asueto. Nada cambió: en el minuto 47 el Villarreal sentenció. Una delicia de Gerard en banda diestra incluyó un centro meloso a la testa de Bacca. El colombiano, desde cerca y con la testa, hizo el segundo. El resto del partido se jugó porque así lo obliga el reglamento. El Villarreal fue tan superior al líder de la Liga rusa que a la eliminatoria le sobraron cuarenta minutos.