Agentes de la 3ª Unidad de Distrito y del grupo GAMA (Grupo de Atención al Maltrato) especializado en violencia de género de la Policía Local de València detuvieron a un joven de 21 años por maltratar a su expareja el pasado 15 de febrero en València.

Los agentes fueron alertados por la sala del 092 y acudieron al punto indicado, que este diario oculta para preservar la intimidad de la víctima.

La joven, una mujer de 21 años, confirmó a los agentes que mantuvo una relación de un año con su agresor, con el que había roto en pasado verano sin que él aceptase la decisión, que había estado marcada de forma constante por la violencia psicológica y física que el hombre ejercía contra ella.

'Gaslighting' y ataques de ansiedad

La mujer relató a los agentes de la Policía Local el calvario al que el presunto maltratador le había sometido desde el tercer mes de relación.

Al parecer, el maltrato comenzó en forma de luz de gas ('gaslighting'), que consiste en una desestabilización emocional que hace creer a la víctima que ha perdido sus capacidades mentales y que provoca el menoscabo de su autoestima y un empoderamiento del agresor.

En algunos casos, el agresor esconde objetos o los cambia de ubicación para incrementar esta sensación, aunque en este caso el joven machista la insultaba y menospreciaba.

Para ello, la increpaba acusándola de hacer todo mal, reprochándole que estaba "loca" y que debía "ir al psiquiatra" para curarse, según el testimonio de la mujer.

La presión que el joven ejercía sobre la mujer era tal que ella acudió en diferentes ocasiones durante el tiempo de relación a urgencias médicas con crisis de ansiedad y pánico derivadas de los constantes episodios de violencia psicológica, en ocasiones también física, que incluían amenazas de él de suicidarse si ella rompía la relación.

Acosada sin respiro tras la ruptura

Tras soportar durante un año las presuntas agresiones, la joven decidió cortar con el maltratador, que no aceptó la decisión de su víctima e inició un acoso transversal con el que no dejaba ningún espacio de su vida libre.

El maltratador la perseguía por la calle, la acosaba por vía telefónica y en redes sociales, pero también en su centro de estudios y en el trabajo. Para incrementar su control sobre ella, él le recordaba que no debía alertar a sus jefes porque si la despedían sería culpa de ella por contarlo.

No obstante, en un intento de librarse de su verdugo, la joven se decidió a contarlo en el centro en el que se forma profesionalmente, logrando que la dirección del mismo prohibiese el acceso del joven.

El pasado martes, horas antes de ser detenido, el hombre cogió el móvil de empresa de la mujer maltratada para hablar con uno de los clientes de su trabajo, lo que obligó a la joven a poner los hechos en conocimiento de sus jefes.

Por la noche, el agresor se presentó en el portal del edificio donde ella vive para asustarla. Tras esto, el hombre se dirigió a casa de su hermana, a la que exigió abandonar la vivienda para quedarse a solas con su víctima, asegurando que la joven le pertenecía.

Ambas huyeron para pedir ayuda al marido de la hermana del maltratador, quien empujó e hirió levemente al joven, que fue detenido instantes después por los agentes de la Policía Local de València. La víctima necesitó ser atendida en un hospital de la capital del Túria.

ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA, 016

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día, todos los días del año. En este teléfono encontrarás la ayuda de especialistas en múltiples idiomas. Si tú o alguien que conoces es víctima de agresiones físicas o psicológicas llama, el número no se queda registrado en la factura telefónica.

En caso de necesitar ayuda urgente, en el 112 los equipos de Emergencias te auxiliarán con rapidez.