Su mayor pasión es el Valencia C.F. Su padre, Vicente Peris, le inculcó el gran amor que siente por el club valencianista, y siempre que su tiempo se lo permite, acude a los actos que se realizan desde la Asociación de Futbolistas del Valencia C.F., de la cual es socia. Así es Merchina Peris, una mujer pionera que, desde bien pequeña, luchó por que se formara un equipo de fútbol femenino en una época difícil para las mujeres en esta modalidad.

P: ¿Cómo es un fin de semana para Merchina Peris?

R: Los fines de semana los aprovecho para salir a andar por el gimnasio más grande de València, el cauce del río. Me gusta mucho salir a comer o cenar con amigos, ir al cine y, sobre todo leer, la verdad es que a veces sacrifico alguna cena por quedarme a leer en casa.

P: A parte de andar, ¿practica otro deporte?

R: Sí, hago bicicleta estática, aunque la verdad es que yo no soy muy fan de los gimnasios, prefiero estar al aire libre. A fútbol ya no juego, pero soy una gran aficionada, sigo la liga femenina y siempre estoy en Mestalla para ver al Valencia C.F.

P: ¿La práctica del deporte le ayuda a relajarse?

R: Sí, cuando hago muchos kilómetros, ya sea andando o en bicicleta, me quedo muy relajada. Hacer deporte me proporciona descargar toda la mala energía que puedo tener y me carga de energía buena. El deporte, a la larga, siempre es beneficioso, acabas siendo más ágil. Cada uno tiene que encontrar el deporte que le vaya bien, yo ahora mismo no podría hacer deporte que implicara mucho fondo o mucho desgate, ya no tengo 20 años. (Ríe)

P: Una asidua a Mestalla como usted, ¿por qué prefiere seguir el deporte en directo?

R: Porque el deporte siempre es mejor en directo, no tiene nada que ver. A lo mejor sí que es verdad que se ve mejor a través de una pantalla, donde se puede ver mejor las jugadas, pero a mí me da igual. Yo en Mestalla estoy en la fila dos, ahí lo vivo, huelo el césped, oigo a los jugadores y a los entrenadores. Para mí no tiene nada que ver el estar ahí abajo que en casa, ahí abajo se vive, no hay color.