Estamos en democracia, pero ocurren acontecimientos impensables en épocas pasadas. Si miramos hacia atrás vemos que aquella dictadura fue mala en su principio y mejorando hacia su final, y esta democracia fue en principio buena y actualmente se nos está engañando y estafando miserablemente, tanto por un gobierno como por otro. A estos políticos solo les interesa el propio interés personal y su desmedido afán de poder y enriquecimiento. Como si se tratara de una dictadura se aprovechan de su poder para chuparnos la sangre. Políticos y banqueros son los responsables de la crisis con su ambición desmedida, los sueldos triplicados, la ocupación de puestos de trabajo a medida para sus parientes y afines más cercanos, indemnizaciones desmesuradas, la facilidad que le dan las 17 autonomías, que son como diecisiete cajas donde meter la mano, las alcaldías que pregonan su prepotencia quejándose de sus sueldos desmedidos. Por encima de todo nos hace pensar que están haciendo buenas épocas pasadas. Se dicen cristianos, pero su único dios es el poder económico, se encontraron las arcas vacías y están haciendo lo posible por llenarlas aun a costa de la muerte espiritual y muy próximo la muerte natural de las personas del pueblo. Se palpa en el ambiente que el enriquecimiento de estos mal llamados políticos es vertiginoso.

Cuando nos quitan los derechos sociales como sanidad, educación, pensiones etcétera, se degrada nuestra democracia.