Los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales han desplazado al PP del poder en muchos ayuntamientos y comunidades. Los nuevos dirigentes, cumpliendo la constitución y el sentido común están intentando separar Iglesia y Estado como es normal en un modelo no confesional. Este hecho está causando un cierto malestar en las jerarquías eclesiásticas, sobre todo en aquellos que añoran el rancio nacional-catolicismo. Como es sabido la Iglesia apoya y contribuye al éxito electoral del PP y éstos pagan a aquellos un peaje, por los servicios prestados, concediéndoles una fuerte presencia en actos institucionales, sistema educativo, subvenciones etc. Ahora en muchos lugares la situación ha cambiado y gobiernan aquellos a los que la Iglesia no solo no ha apoyado sino que se ha mostrado hostil, están, por tanto libres de pagar peajes. Así que, señores eclesiásticos, respeten la forma de hacer de los nuevos dirigentes, no se trata de revanchismo, simplemente intentan que se cumpla la constitución.

Por último pedirles una reflexión sobre la conveniencia de apoyar incondicionalmente a aquellos que han mostrado una gran carencia en principios éticos. Luis Carlos Rada Álvarez. Valencia