Decía Miquel Roca días atrás, que la imagen de la infanta no atrae la república. Su imagen no, pero sus actuaciones, sus olvidos, sus «no se», «no recuerdo», «no sabía»... hacen nostalgia entre gentes que no olvidan. Si alguien hizo lo posible con sus actuaciones, para no añorar aquella, fue su padre, excepto algún lapsus. Soy solo un demócrata y en una cosa estoy de acuerdo con la república: cada cuatro años, el ciudadano dice quién rige y gobierna el país. Sin entrar en más detalles ni profundidades, sea cual sea el sistema, que sea auténticamente participativo y democrático.

Miguel, junto a personajes como Carrillo, Fraga y Herrero y Rodríguez de Miñón, estuviste con tus aportaciones a la máxima altura y nivel que un letrado y demócrata podía estar. Ahora... ¿por dinero, renombre, popularidad? ¡Qué decepción! Siento de veras tener que escribir esto. Ángel Pertusa. Valencia.