Señor director, me dirijo a su periódico „del que soy lector habitual„ para manifestarle mi disgusto diario al llegar a la página de anuncios de prostitución (llamada con cierto grado de humor negro, relaciones personales). Comprendo que en tiempos de crisis y con una intensa competencia de los medios gratuitos y digitales, resulta muy difícil renunciar a una fuente de ingresos por pequeña que sea.

¿Pero merecen la pena esos ingresos? Sabe usted perfectamente que tras esas actividades hay atentados a la dignidad de las personas, trata de seres humanos, dinero negro, mafias y un largo etcétera.

Yo escojo su diario porque lo siento al lado de la libertad, de la democracia, de la solidaridad y de la dignidad. La página de anuncios de prostitución choca frontalmente con los valores que se defienden en las páginas adyacentes,

Son ya varios los periódicos que han renunciado a esta publicidad. Sería muy grato para mí „y supongo que para muchos lectores más„ que Levante-EMV se uniera a ellos. Fernando Monsalve Vila. Valencia.