Es difícil no hablar del Gobierno, de la importancia de los votos, pero aún lo es más salir a la calle y auscultar a las personas. Me parece extraño que haya tantos votos destinados a cuatro partidos distintos: miro a las personas a los ojos y veo, sin embargo, una misma ideología. No obstante, entre los jóvenes hay un fuerte deseo de cambiar el país de forma radical.

El ciudadano español sale de casa y se encuentra con la dichosa publicidad de esas dos grandes compañías que tan poco gustan y tanto nos enseñan. Propongo desmontar esta parafernalia: no existe la política, sino una especie de montaje, un teatro sin opción a catarsis, en donde se asume sin más el papel que se nos ha asignado, el de espectadores. Es absurdo pensar que influímos en la política, que por si a alguien no le suena es aquella que tanto trata con el poder y apenas saluda al ciudadano. Que no os estafen: en la verdadera política ni se confía en Rajoy, ni en Pedro Sánchez; se confía en la decisión ciudadana. Señoras y señores, yo apelo al político que hay dentro de cada uno de ustedes. David Pérez Garrigós. Alzira.