El domingo 26 de febrero hubo una demostración de pilota valenciana, creo que de la modalidad de llargues, en la calle de Caballeros de Valencia. Para ello se había vallado la calzada y dejado un paso de peatones en la acera frente al Palau de la Generalitat. Pasaba yo por allí y recibí un pelotazo en la cabeza sin mayores consecuencias que un pequeño golpe.

La iniciativa de dar visibilidad a un deporte autóctono y popular me parece loable. La improvisación y la falta de previsión por parte de las autoridades que autorizan y organizan estas actividades me parecen lamentables. La pelota tiene un tamaño pequeño y una dureza muy considerable, alcanzando alta velocidad. Es una irresponsabilidad no colocar unas redes que protejan a espectadores y viandantes.

Multitud de turistas (domingo a mediodía) que desconocen las características de este deporte se sitúan en lugares donde se están jugando la cara o un ojo. Unos simples postes con unos largueros y unas mallas minimizarían mucho los riesgos. Desgraciadamente, muchas decisiones de nuestras autoridades municipales, siendo interesantes y convenientes, debido a la improvisación, falta de información y diálogo con los ciudadanos, se convierten en verdaderas pesadillas. Juan de Scals. València.