¿Podría alguien creer que si César Augusto hubiera sobrevivido a las cuchilladas de Bruto, el emperador romano no hubiera ejecutado a su asesino? Sí, sí. Lo creería el optimista president Puig, para el que el apuñalamiento político de Pedro Sánchez en el famoso Comité Federal en el que intervino activamente fue solo un error del que hay que aprender, eso sí manteniendo la sonrisa. ¿Y el déficit? Bien, lo hemos compensado con unos ingresos ficticios. ¿Y los niños tutelados? Bien, ya no tienen que mendigar. ¿Y la nueva RTVV? Bien, pronto tendremos 200 periodistas dispuestos a decir la verdad. ¿Y la nueva financiación? Bien, ya están negociando las migajas que quedan después del cupo vasco. ¿Y el pacto de Botánico? ¡Reforzado! Lo malo del optimismo es que no se contagia. Pedro Frontera. València.