Cuando algo funciona, no lo cambies... O, como mucho, estudia la manera de potenciarlo. Pues bien, parece que esa ley tan básica no funciona en València. Desde hace algunos años soy profesor del centro de Formación Profesional Xabec, situado en el barrio de Orriols. Hasta que llegué allí compartía el prejuicio de muchos de que esos estudios son para los que no pueden hacer Bachiller e ir a la universidad... ¡Y estaba tan equivocado!

En Xabec he conocido un mundo que muchos deberían conocer. Profesores y alumnos en colaboración constante para sacar lo mejor de cada uno. Personas de diferentes edades, nacionalidades, religiones y niveles sociales trabajando codo con codo en un ambiente de cordialidad y respeto admirable. Y una conexión con el mundo laboral que se traduce en la colocación de más del noventa por cien de los alumnos que terminan sus estudios... Y esto es lo que el señor Marzá quiere destruir.

Los alumnos de Xabec no pueden pagar sus estudios sin la ayuda del concierto. Y eso impedirá que se beneficien de todo lo que les aporta. ¿Por qué, señor Marzá? ¿Por qué está usted en contra de la integración, de la empleabilidad, de la mejora personal y profesional? Pregunte a las empresas que colaboran con nosotros. Esas que dan trabajo a miles de valencianos. No se deje llevar por los prejuicios. Sea tolerante, señor Marzá. Miguel Ángel Jordán Enamorado. València.