Estos días se han celebrado distintos actos para recordar a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace veinte años. Vaya por delante mi más absoluto respeto por él, su familia, amigos y compañeros. A partir de aquí, tengo algunas discrepancias. No me parece prudente ni sensato monopolizar la memoria y el sentir de las víctimas y sus familias en una sola persona. «Recordar a Miguel Angel Blanco es recordar a todas las víctimas» es la frase desafortunada que pronunció Mari Mar Blanco haciendo un uso torticero y partidista de éstas.

Creando esta polémica y esta división, el PP provoca un agravio compartivo. ¿Acaso Miguel Ángel Ordoñez, Tomás y Valiente, las víctimas del Hipercor, Vic o las de la plaza de la Legión española no representan los mismos valores que Miguel Ángel Blanco? ¿Y Ernest Lluch o Broseta? ¿Por qué, entonces, no se coloca una pancarta en el aniversario de cada uno de los casi novecientos asesinatos de la banda? Si hemos de recordar a las víctimas que sea a todas, ¿o no?

Miserable o mezquina son solo dos ejemplos de los diferentes insultos que ha recibido Carmena por parte de la derecha, calando en una parte de los ciudadanos de Madrid; es lo que pretendía y lo ha conseguido. Apelo, pues, a una mayor altura de miras del PP para evitar estas situaciones; aunque dudo que lo haga mientras usar a la víctimas le siga dando rédito electoral. Penoso. Óscar Campos Caudé. València.