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Pese a que la provincia de Castelló es la que más actos taurinos acoge de toda la Comunitat Valenciana, todavía quedan pueblos -seis concretamente- que celebran sus fiestas sin echar mano de los bous al carrer. Estos municipios son: Aín, Castell de Cabres, La Pobla de Benifassà, Palanques, Vallibona y Herbés. Según datos de la Conselleria de Gobernación -responsable de otorgar los permisos- estos pueblos no han celebrado ningún acto taurino en todo el año 2009.

Castell de Cabres. Y no solo eso. En algunos casos, nunca se han celebrado este tipo de actos. Un ejemplo de ello es el pequeño municipio de Castell de Cabres de 18 habitantes y en el que no se recuerda haber incluido en el programa de fiestas los bous al carrer. El ex alcade, José Ramón Segura, que gobernó el municipio durante cuatro legislaturas, asegura que los toros "nunca han tenido sitio y nunca lo tendrán".

Segura añade -en calidad de vecino- que el programa de actos se llena con juegos para los niños, concursos, actividades culturales, misas, procesiones, actividades deportivas, bailes,... "Para hacer fiesta no son necesarios los toros, en absoluto. Es más, los actos taurinos no hacen sino complicar las celebraciones en el caso de que haya un incidente", apunta.

El ex munícipe hace hincapié en que no está en contra de los toros pero defiende que "cada pueblo es diferente". "La creencia de que sin toros no hay fiesta es totalmente tonta y ridícula", concluye.

Palanques. En Palanques -comarca de Els Ports- hace más de diez años que no se organizan bous al carrer. En este caso, el principal motivo que ha desbancado los actos taurinos ha sido el económico. Su alcalde, Juan Manuel Martí, argumenta que "estos gastos" se prefieren invertir en "otras cosas". En este municipio de 34 habitantes era tradición hacer vaquillas el sábado de fiestas por la tarde. Ahora, las vaquillas han sido sustituidas por concursos, actividades infantiles y tertulias. "La decisión de quitar los actos taurinos se tomó consensuada con el pueblo y las fiestas siguen siendo igual de buenas. Es más, en mi opinión, creo que, poco a poco, los pueblos pequeños tenderán a eliminar los toros por el coste económico que suponen", puntualiza el primer edil.

Herbés. El alcalde de Herbés, José Pallarés, destaca que en las fiestas se opta por potenciar la gastronomía, más que los toros que no se celebran desde hace unos 25 años. La olla de recapte, el brazo de gitano, buñuelos con miel, cordero a la brasa, jamón y cecina son algunos de los platos más típicos de este pueblo de la comarca de Els Ports. "La gente prefiere que se organicen comidas de hermandad antes que actos taurinos", explica el munícipe.

Pallarés añade que un año se intentaron organizar pero al final "no fue posible". "Creo que el motivo es que no hay una afición real por este tipo de actos así que, ni se celebran ni se reclaman", apostilla el primer edil. Además, defiende que las fiestas siguen teniendo calidad y atraen a un gran número de visitantes.

"En invierno hay 60 habitantes y durante las fiestas se llega a los 500 por lo que creemos que seguimos teniendo un buen programa de actos pese a no haber toros", concluye Pallarés.