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Los municipios del litoral de Castelló dispondrán finalmente este verano de chiringuitos de temporada. Tras varios meses de negociaciones, la Dirección Provincial de Costas ha autorizado la apertura de la totalidad de establecimientos solicitados por los ayuntamientos. Podrán ponerse en marcha 48 instalaciones en 13 localidades de la provincia, según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

En Castelló capital abrirán tres de las cuatro autorizaciones -una de las concesiones ha quedado desierta-, según confirmó el concejal de Medio Ambiente, Gonzalo Romero. Dos de los locales repetirán con el uso de kiosko-pub en la playa del Gurugú, el mismo que años anteriores, es decir, desarrollarán una actividad parecida a una especie de discoteca de verano al aire libre, y su horario de cierre se prolongará hasta las cuatro de la madrugada. Serán Buddha y Be Cool. Es el quinto y último año de la concesión municipal y cada terraza paga un canon de 40.000 euros al año. Esta vez tienen permiso para una superficie de 150 metros cuadrados más 100 de hamaca, tal como establece la Ley de Costas. Aparte, habrá un tercer local con dimensiones más reducidas en el Pinar.

Respecto al resto de municipios, Almenara dispondrá de cinco chiringuitos, Xilxes 4; Moncofa 5, Nules 3, Burriana 6, Almassora 1, Benicàssim 7, Orpesa 2, Torreblanca 4, Alcalà de Xivert 1, Benicarló 3 y Vinaròs 3.

Los 48 locales forman parte de los planes de uso de las playas de cada municipio, proyectos que acaban de recibir el beneplácito de Costas. No obstante, el subdelegado del Gobierno, Antonio Lorenzo, advirtió que Costas "estará vigilante" para que se cumplan los planes aprobados y "las exigencias de la ley" en materia de chiringuitos y castillos artificiales.

En cuanto a los locales de la capital de la Plana, subrayó que las adjudicaciones presentadas cumplen la ley. "No creo que vayan a hacer cosa distinta", dijo. Estos establecimientos han sido los más problemáticos para Costas. Los vecinos denuncian que son discotecas, un uso que no está recogido por la ley. De momento, Costas permite la actividad de los kiosko-pub, y controlará este verano que respetan la norma estatal. Javier Sánchez, portavoz de los locales del Gurugú, aseguró que Buddha y Bee Cool no son discotecas y que cuentan con medidores acústicos. Sánchez señaló que las molestias en la zona las generan el botellón y el tráfico rodado, y defendió una regulación en esta material.